“Desde que amanece un pan dulce se apetece”, dice el refrán, pero ¿te conviene comerlo todos los días? Este suave alimento, que se suele antojar más para acompañar los días lluviosos y las tardes frías, podría tener efectos secundarios si te excedes.
El pan dulce es un término que se le otorga a un conjunto de preparaciones que contienen masa de trigo con azúcar e ingredientes como glaseado de vainilla, chispas de chocolate, nueces, entre otros.
En tierras mexicanas es bastante común que, para los desayunos o cenas, se hagan varias visitas a las panaderías por donas, conchas de chocolate, chocolatines, orejas, entre otros, para servir con un café o cualquier bebida caliente.
¿Qué tan saludable es el pan dulce?
En una entrevista con El Financiero, la nutrióloga Dania Karenina Gil Orozco mencionó que el pan dulce se debería de consumir de manera moderada por los efectos secundarios que surgen de sus valores nutricionales: “es un alimento rico en grasas, carbohidratos y con poca fibra”.
Este tipo de pan es una fuente de azúcar cuya ingesta excesiva se asocia con problemas de salud como:
- Aumento de peso
- Riesgo de padecer diabetes
- Problemas cardiovasculares
“Los efectos de la ingesta de azúcares añadidos, mayor presión arterial, inflamación, aumento de peso, diabetes y enfermedad del hígado graso, están relacionados con un mayor riesgo de infarto”, agregó el especialista Frank Hu al sitio de Harvard Health Publishing.
Es posible que su sabor agradable te haga pensar que eres adicto al pan dulce, sensación que es uno de los efectos secundarios que produce en los niveles de azúcar del cuerpo, según Dania Karenina:
“Lo que sucede es que comemos el pan y tenemos picos de azúcar en la sangre. Nos vamos a sentir muy enérgicos, como que todo lo podemos hacer, pero después vamos a tener un bajón”.
Al tener esta sensación, el organismo experimenta una necesidad de comer más pan, lo que a su vez aumentan las posibilidades de otros efectos secundarios.
En el caso de un posible tipo de pan dulce saludable, Gil Orozco asegura lo siguiente: “No existe esa opción, porque todos o tienen grasas trans o mucho colesterol... más el azúcar y cero fibra”.
Al consumir pan dulce, lo más recomendable es elegir aquellos que estén elaborados con harinas integrales, por su contenido en fibra, y que contengan la menor cantidad de calorías.
¿Cuánto pan dulce puedo comer?
En general, Dania Karenina comparte que un consumo recomendable sería de un pan dulce a la semana o, de ser posible, solamente una pieza cada dos, pero depende de la salud y alimentación de cada persona.
“Realmente no es que haya una regla de cuanto pan dulce puedes comer... supongamos que eres una persona que no está haciendo un plan de alimentación para ninguna situación, se podría comer un pan dulce a la semana”, comenta Gil Orozco.
En el caso de quienes estén “cuidando su alimentación” con dietas, ejercicio físico u objetivos específicos para su peso o masa muscular, lo ideal sería que eviten comer cualquier tipo de pan dulce.
“Es muy al criterio del especialista y esto aplicado a la individualización de cada persona”, asegura la experta sobre las cantidades de pan.
En el caso del mejor momento del día para comer pan dulce, no hay una recomendación oficial, aunque el sitio de Healthline explica que consumir alimentos altos en azúcar o grasas antes de dormir podría provocar antojos, que a su vez elevan el riesgo de un aumento de peso.
¿Cómo dejar de comer pan dulce?
Ir todos los días a la panadería por una pieza de pan dulce podría, a la larga, aumentar el riesgo de padecer diversos malestares; es por ello que reducir su consumo no es una mala idea que puede beneficiar al organismo:
“De entrada (dejar de comer pan dulce) puede que empiece una desinflamación a nivel organismo... a nivel abdominal, ya no hay una distensión en esta parte del cuerpo”, agregó Dania Karenina, quien recomienda las siguientes acciones para dejar el antojito:
- Reducir los niveles de estrés y tener un descanso adecuado.
- Poner el sedentarismo de lado para realizar actividades físicas, como salir a caminar en lugar de ver la televisión.
- Optar por el consumo de alimentos con fibra como frutas y verduras.
- Sustituir el pan dulce por comida salada saludable, un ejemplo que da Gil Orozco es un sándwich de jamón con, queso y lechuga.
- Tomar agua natural.
- Dejarlo o reducir su consumo de forma escalonada.
Para sustituir el pan dulce se puede optar por otras botanas mexicanas, como las obleas, que se caracterizan por sus pepitas y miel.
“Mejor primero se come una verdurita con sal, chilito y limón y ya como algo dulce, la oblea”, compartió Dania Karenina Gil Orozco con El Financiero.