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¿Cuáles son los efectos del refresco en los riñones y el hígado?

El refresco en exceso puede influir en la salud de tu cuerpo, no solo en los riñones, sino que es una de las peores opciones para tu hígado.

Aunque los taquitos a veces se sienten incompletos sin una botella de burbujeante refresco de cola, de limón o del ‘rojo’, hay varias razones para no beberlo todos los días. Tomar ‘chesco’ en exceso es una práctica que a la larga puede afectar a tu cuerpo de varias formas, en especial a tu hígado y riñones.

Los refrescos son bebidas azucaradas, es decir, contienen azúcar añadida o algún tipo de edulcorante como el jarabe de maíz de alta fructosa. La forma en la que sus compuestos se procesan en nuestro organismo pueden traer efectos secundarios.

Las bebidas deportivas y las energéticas forman parte de este mismo grupo y se encuentran al final de un listado de opciones más y menos saludables de Harvard T.H. Chan School of Public Health.

Los especialistas en salud coinciden en que los refrescos no son sanos, tienen muchas calorías y prácticamente ningún nutriente, por lo que es mejor evitarlos... aunque recuerda que no hay alimentos malos, sino malos hábitos alimenticios.

Harvard explica que beber una lata de refresco por día se asocia a un aumento de alrededor de dos kilos de peso corporal por año. Su consumo cotidiano se relaciona con riesgo de padecer obesidad, diabetes, enfermedades del corazón y gota... además de padecimientos del hígado y los riñones.

¿Cómo afecta el refresco a los riñones?

Los refrescos son considerados como las “peores bebidas para los riñones” según dietistas consultados por el sitio de salud Eat this, not that.


Estos dos órganos del tamaño de un puño son los encargados de eliminar desechos y el agua sobrante para producir orina, explica National Institutes of Health (NIH). Cuando están saludables pueden filtrar alrededor de medio vaso de sangre por minuto, además, mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales.

Para mantenerlos sanos, el NIH dice que importa llevar una alimentación baja en sodio, carnes procesadas y otros alimentos que los dañan.

Las bebidas que consumes lo impactan porque se requiere de una ingesta saludable de líquidos... y las bebidas azucaradas no lo son, principalmente por tres ingredientes: azúcar, ácido fosfórico y edulcorantes como el jarabe de maíz de alta fructosa.

Más riesgo de enfermedad renal crónica

  • El consumo en exceso de azúcar puede causar enfermedades crónicas como diabetes, lo cual representa más riesgo de enfermedad renal.
  • En 2015, un estudio de la revista Nephrology concluyó que el consumo de más de cuatro raciones semanales de bebidas azucaradas y refrescos se asoció a una mayor prevalencia e incidencia de enfermedad renal crónica.
  • Los pequeños filtros de los riñones (nefronas) se pueden dañar al ser expuestos al alto nivel de azúcar en la sangre provocado por la diabetes, dicen los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Más riesgo de cálculos renales

El ácido fosfórico (conservador y neutralizador del excesivo sabor dulce) está principalmente en los refrescos de cola y se asocia a alteraciones urinarias y cálculos renales, dice Eat this, not that, esto a su vez aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad renal crónica:

“Las recomendaciones actuales indican que las personas con cálculos renales o enfermedad renal deben evitar las bebidas de cola. Incluso en las personas que no padecen cálculos ni enfermedades renales, el consumo de dos o más refrescos de cola al día se asocia a un mayor riesgo de enfermedad renal crónica”.

Los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) coinciden: las bebidas con ácido fosfórico se asocian con piedras en los riñones y fallas renales.

El jarabe de maíz de alta fructosa que contienen algunas marcas también puede aumentar el riesgo de cálculos renales, según National Kidney Foundation.

¿Cómo afecta el refresco al hígado?

Además del alcohol en exceso, el hígado puede verse afectado por beber demasiado refresco. Este órgano se encarga de procesar la sangre, descomponer grasas y limpiar toxinas. El NIH menciona que todo lo que se absorbe por el tracto intestinal llega aquí.

El médico Waqas Mahmood explicó a Eat this, not that que, entre todos los alimentos azucarados, los refrescos son los peores para el hígado.

Esto se debe a la acumulación de grasa que causa en este órgano, además de las posibilidades de desarrollar cáncer de hígado, según estudios preliminares.

De acuerdo con Healthline, la gran cantidad de azúcar y el jarabe de maíz de alta fructosa se vuelve grasa en el hígado.

Cuando se descomponen estos ingredientes en el cuerpo, la glucosa se metaboliza por todas las células, pero la fructosa solo por el hígado y lo sobrecargan: una parte se expulsa como triglicéridos y otra se queda ahí para acumularse.

Así se convierte en hígado graso no alcohólico, usual en bebedores asiduos de refresco; puede convertirse en inflamación y progresar a cirrosis o insuficiencia hepática, un daño similar al que ocasiona el alcohol, explica Mayo Clinic.

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