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Rusia y China vetan resolución de EU que pedía alto al fuego en Gaza: ¿Qué pasó en la ONU?

Las naciones aún no logran aprobar un llamado que sí obligue a Israel, aliado de EU, a parar la guerra en Gaza.

Rusia y China vetaron este viernes una resolución de las Naciones Unidas patrocinada por Estados Unidos que apoya “un alto el fuego inmediato y sostenido” en la guerra de Israel contra Hamas en la Franja de Gaza, calificando la medida de ambigua y diciendo que no era una demanda directa para poner fin a los combates que gran parte del mundo pide que terminen.

La votación en el Consejo de Seguridad se convirtió en otro enfrentamiento que involucra a potencias mundiales que están atrapadas en tensas disputas en otros lugares, con Estados Unidos recibiendo críticas por no ser lo suficientemente duro contra su aliado Israel, cuya actual ofensiva militar ha creado una grave crisis humanitaria para los 2.3 millones de personas palestinas en toda Gaza.

Una cuestión clave fue el lenguaje inusual que decía que el Consejo de Seguridad “determina el imperativo de un alto el fuego inmediato y sostenido”. La redacción no era una simple “exigencia” o un “llamado” a detener las hostilidades.

La resolución reflejó un cambio por parte de Estados Unidos, que se ha encontrado en desacuerdo con gran parte del mundo mientras incluso los aliados de Israel presionan para que se ponga fin incondicional a los combates.

En resoluciones anteriores, Estados Unidos ha entrelazado estrechamente los llamados a un alto el fuego con demandas de liberación de los rehenes israelíes en Gaza. Esta resolución, utilizando una redacción abierta a interpretación, continuó vinculando las dos cuestiones, pero no con tanta firmeza.

Antes de la votación, el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo que Moscú apoya un alto el fuego inmediato, pero criticó el lenguaje diluido, que calificó de redacción filosófica que no pertenece a una resolución de la ONU.


Acusó al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y a la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, de “engañar deliberadamente a la comunidad internacional”.

“Esto fue una especie de ejercicio retórico vacío”, dijo Nebenzia. “El producto estadounidense está excesivamente politizado, cuyo único propósito es ayudar a engañar a los votantes, lanzarles un hueso en forma de algún tipo de mención a un alto el fuego en Gaza... y garantizar la impunidad de Israel, cuyos crímenes en el borrador ni siquiera se evalúan”.

Estados Unidos ha vetado tres resoluciones que exigen un alto el fuego, la más reciente una medida respaldada por los árabes y apoyada por 13 miembros del consejo y una abstención el 20 de febrero.

Thomas-Greenfield instó al consejo a adoptar la resolución para presionar por un alto el fuego inmediato y la liberación de los rehenes, así como para abordar la crisis humanitaria de Gaza y apoyar la diplomacia en curso de Estados Unidos, Egipto y Qatar.

La votación en el consejo de 15 miembros fue de 11 miembros a favor y tres en contra, incluida Argelia, el representante árabe en el consejo. Hubo una abstención de Guyana.

Esto dijo EU luego de que Rusia y China vetaran su resolución en la ONU

Después de la votación, Thomas-Greenfield acusó a Rusia y China de votar por “razones profundamente cínicas”, diciendo que no podían condenar los ataques terroristas de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre, lo que la resolución habría hecho por primera vez.

Acusó a Rusia de volver a anteponer “la política al progreso” y de tener “la audacia y la hipocresía de tirar piedras” después de lanzar su invasión injustificada de Ucrania en febrero de 2022.

En la Casa Blanca, el portavoz de seguridad nacional John Kirby dijo que Rusia y China “preferirían derribar algo que nosotros escribimos simplemente porque lo hicimos nosotros”.

Si bien la resolución más reciente habría sido oficialmente vinculante según el derecho internacional, no habría puesto fin a los combates ni habría conducido a la liberación de rehenes. Pero habría aumentado la presión sobre Israel en medio de demandas globales de un alto el fuego en un momento de crecientes tensiones entre los gobiernos de Estados Unidos e Israel.

Mientras tanto, los 10 miembros electos del Consejo de Seguridad han redactado su propia resolución en forma definitiva. Exige un alto el fuego humanitario inmediato para el mes sagrado musulmán del Ramadán que comenzó el 10 de marzo para que sea “respetado por todas las partes y conduzca a un alto el fuego permanente y sostenido”. El embajador palestino ante la ONU dijo que la votación se llevaría a cabo el sábado por la mañana.

La resolución también exige “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes " y enfatiza la necesidad urgente de proteger a los civiles y entregar ayuda humanitaria en toda la Franja de Gaza.

Los embajadores de Rusia, China y Argelia instaron a los miembros del consejo a apoyarlo, pero Thomas-Greenfield dijo que la forma actual del texto “no respalda una diplomacia sensible en la región. Peor aún, podría darle a Hamás una excusa para abandonar el acuerdo que está sobre la mesa”.

El Consejo de Seguridad ya había adoptado dos resoluciones sobre el empeoramiento de la situación humanitaria en Gaza, pero ninguna pidió un alto el fuego.

Rusia y China vetaron una resolución patrocinada por Estados Unidos a finales de octubre que pedía pausas en los combates para entregar ayuda, proteger a los civiles y detener el suministro de armas a Hamás. Dijeron que no reflejaba los llamados globales a un alto el fuego.

Un día antes, Estados Unidos hizo circular una resolución rival, que sufrió cambios importantes durante las negociaciones previas a la votación del viernes. Inicialmente habría apoyado un alto el fuego temporal vinculado a la liberación de todos los rehenes, y el borrador anterior habría apoyado los esfuerzos internacionales para un alto el fuego como parte de un acuerdo de rehenes.

La votación tuvo lugar mientras Blinken, el principal diplomático de Estados Unidos, se encontraba en su sexta misión a Medio Oriente desde que comenzó la guerra, discutiendo un acuerdo para un alto el fuego y la liberación de rehenes, así como escenarios de posguerra.

Los militantes palestinos mataron a unas mil 200 personas en el ataque sorpresa del 7 de octubre en las tierras ocupadas del sur de Israel que desencadenó la guerra, y secuestraron a otras 250 personas. Se cree que Hamás todavía mantiene como rehenes a unas 100 personas, así como los restos de otras 30.

En Gaza, el Ministerio de Salud elevó el jueves el número de muertos en el territorio a casi 32 mil personas palestinas. Más de 12 mil niñas y niños palestinos han sido asesinados.

Un informe de una autoridad internacional sobre el hambre advirtió esta semana que “la hambruna es inminente” en el norte de Gaza y que la escalada de la guerra podría llevar a la mitad de la población del territorio al borde de la inanición.

Israel enfrenta una presión cada vez mayor para agilizar la entrada de ayuda a la Franja de Gaza, abrir más cruces terrestres y llegar a un acuerdo de alto el fuego. Pero el primer ministro Benjamín Netanyahu ha prometido trasladar la ofensiva militar a la ciudad sureña de Rafah, donde unass 1.3 millones de personas palestinas fueron desplazadas por Israel, luego de que su ejército afirmara que sería un lugar seguro para la población civil que desplazó. Netanyahu dice (sin pruebas) que es un bastión de Hamás.

La resolución final de Estados Unidos eliminó el texto del borrador inicial que decía que la ofensiva de Israel en Rafah “no debería continuar en las circunstancias actuales”. En cambio, en un párrafo introductorio, el consejo enfatizó su preocupación de que una ofensiva terrestre en Rafah “provocaría más daños a los civiles y su desplazamiento, potencialmente hacia países vecinos, y tendría graves implicaciones para la paz y la seguridad regionales”.

Zhang, de China, criticó el retroceso ante la inequívoca oposición estadounidense, diciendo que “enviaría una señal completamente equivocada y conduciría a graves consecuencias”.


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