En los últimos años, la cúrcuma ha sumado adeptos en remedios caseros de todo el mundo que buscan diversos tipos de beneficios para el cuerpo, como en el hígado o los riñones. Las personas la consumen religiosamente en ayunas o antes de dormir, en polvo disuelto en agua o la raíz fresca en infusión, pero ¿en verdad es tan buena para el cuerpo como se promete?
Esta especia de color amarillo intenso es muy parecida al jengibre, de hecho son de la misma familia.
Aunque se ha puesto de moda, en realidad se consume desde hace cientos de años, es parte de recetas como mostazas y curry, además, se emplea en la medicina tradicional de la India. En la actualidad, también venden suplementos en tiendas naturistas.
Es posible que hayas encontrado ya una interminable lista de combinaciones de la cúrcuma: con limón, aceite de oliva, leche, jengibre y hasta café.
Pero antes de que agregues este ingrediente ‘hasta a la sopa’, te contamos qué se ha probado. Spoiler: te tenemos una buena y una mala noticia si planeas consumirla.
¿Qué beneficios tiene la cúrcuma?
La buena noticia es que la cúrcuma se ha estudiado durante años con resultados prometedores y se considera saludable para la mayoría de las personas, excepto para algunos grupos que deben evitarla o moderarla.
En las investigaciones se ha encontrado que tiene nutrientes como manganeso, hierro, cobre, vitaminas y minerales, polifenoles y antioxidantes. También tiene sustancias vegetales llamadas curcuminoides (curcumina, demetoxicurcumina y bisdemetoxicurcumina).
Según Heatlhline, en particular la curcumina es un activo beneficioso para la salud, conocida por sus efectos antiinflamatorios, antitumorales, antidiabéticas y antioxidantes, le da su color y sabor característicos a la planta.
¿Qué enfermedades se tratan con la cúrcuma?
Aquí viene la mala noticia: la cúrcuma no cura ninguna enfermedad. Si bien esta planta ha sido analizada de muchas formas, poco se ha probado en humanos.
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no reconoce formalmente ninguno de sus beneficios; sin embargo, la cúrcuma se utiliza en varios sistemas médicos tradicionales de la India y Asia oriental.
La revista BMC Complementary Medicine and Therapies explica que la curcumina se ha utilizado durante siglos para tratar enfermedades del hígado en China.
En tanto, Healthline agrega que en la medicina ayurvédica de la India es una forma de curación tradicional para:
- Afecciones de la piel.
- Problemas digestivos.
- Dolores.
National Institutes of Health (NIH) agrega que la cúrcuma “se promueve como suplemento dietético para diversas afecciones, como la artritis, los trastornos digestivos, las infecciones respiratorias, las alergias, las enfermedades hepáticas, la depresión y muchas otras”.
Pero el NIH también dice que la cúrcuma y la curcumina tienen “actividades biológicas interesantes” y difíciles de estudiar, por lo que se sabe poco de sus beneficios debido a varias razones:
- La curcumina es inestable y se transforma fácilmente en otras sustancias.
- La curcumina tiene baja biodisponibilidad, es decir, cuando se consume vía oral no llega mucha cantidad a la sangre.
- Los productos de curcumina tienen composiciones muy variables, lo cual complica la comprensión y comparación de los resultados de las investigaciones.
¿Qué pasa si tomo cúrcuma todos los días?
Probablemente no pase nada o quizá veas algún efecto moderado.
La cúrcuma tiene muy poca curcumina (alrededor del 3%) y ésta se absorbe muy mal en el cuerpo, así que es poco probable que veas efectos significativos contra padecimientos específicos al tomar un brebaje casero de la planta. Además, no reemplaza a ningún tratamiento.
Más curcumina no es mejor, ya que aunque hay suplementos de curcumina que tienen más cantidad de este compuesto, pueden resultar riesgosos sin supervisión médica, pues altas cantidades tienen efectos secundarios.
De hecho, el NIH advierte que puede ser inseguro ingerir grandes cantidades de curcumina en el embarazo y lactancia; además, en personas predispuestas podrían generarse cálculos en los riñones.
Una opción segura, dice Johns Hopkins Medicine, es tomar té de cúrcuma con pimienta negra, la cual tiene piperina, compuesto que aumenta la biodisponibilidad en un 2000% de la curcumina.
Muchos de los estudios citados en publicaciones de redes sociales y otros sitios web donde aseguran que la cúrcuma adelgaza, cura el cáncer, mejora la digestión y el dolor, en general hablan de análisis en animales, o bien, se refieren al uso de extractos y suplementos de curcumina, no a remedios caseros como el té.
“Se ha investigado mucho sobre las sustancias de la cúrcuma, pero sus efectos sobre la salud siguen siendo inciertos”, destaca el NIH, “no se ha llegado a conclusiones claras sobre si estas sustancias tienen beneficios para las afecciones de salud”.
La cúrcuma y la curcumina se analizan por sus posibles efectos en estas enfermedades, según Healthline, pero falta investigar más:
- Malestares estomacales: se ha llamado a la cúrcuma el ‘omeprazol natural’, ya que podría ayudar a tener una buena digestión o contra el síndrome del intestino irritable.
- Osteoartritis: sus compuestos podrían reducir los marcadores de inflamación y aliviar síntomas de enfermedades óseas.
- Obesidad: es posible que ayuden a regular la grasa corporal.
- Enfermedades cardiacas: se analiza si puede reducirse el colesterol ‘malo’ y los triglicéridos para beneficiar la salud del corazón.
- Diabetes: podría mejorar el metabolismo del azúcar en la sangre.
- Hígado: se cree que podrían ayudar a reducir el daño hepático.
- Cáncer: estudios en primeras fases analizan si combaten células cancerosas.
- Antimicótico: podría combatir hongos.
- Antibacteriano: se cree que podría luchar contra bacterias que causan enfermedades.
- Contra la depresión: se analiza el efecto de la curcumina en el cerebro, para generar dopamina, serotonina y reducir la ansiedad.
- Contra el Alzheimer: gracias a que es antiinflamatorio, se cree que la curcumina puede ayudar en este padecimiento.