¿Sufres de alergias? Estos son los alimentos que más comúnmente las generan

A lo largo de la vida ciertos alimentos pueden causarnos algún tipo de alergia y, aunque los casos se presentan frecuentemente en los niños, en la etapa adulta no nos salvamos de que el sistema inmunitario pueda crear una respuesta a lo que considera dañino para el organismo, aunque sea por alguna de nuestra comida favorita.

Es importante diferenciar una alergia de la intolerancia, pues fácilmente se pueden confundir. Según la Clínica Universidad de Navarra, estas últimas, la más frecuente a la lactosa, se ocasionan por deficiencias enzimáticas.

Entre los síntomas más comunes de las alergias se encuentran las molestias estomacales y la hinchazón. La razón es porque se libera un anticuerpo para neutralizar lo que considera dañino a través de la inmunoglobulina E (IgE); cuando vuelves a ingerirlo será detectado y como respuesta se libera una sustancia química llamada histamina. De acuerdo con Mayo Clinic pueden agregarse los siguientes:

• Problemas digestivos
• Urticaria
• Inflamación de las vías respiratorias
• Hormigueo o picor en la boca
• Hinchazón (generalmente en la zona de labios, la cara, la lengua y la garganta)
• Sibilancias
• Congestión nasal
• Dificultad para respirar
• Dolor abdominal
• Diarrea
• Náuseas
• Vómitos
• Mareos
• Desmayos.

Una complicación es la anafilaxia, que es una grave reacción que puede derivar en la muerte si no es tratada a tiempo.

Los alimentos que más causan alergia

Son diversos los grupos que están relacionados a esta respuesta inmunológica ya sean derivados de la leche, legumbres y hasta algunas frutas como las cerezas, los duraznos o las fresas.

• Huevos: Aunque principalmente afecta a los niños, generalmente las propiedades que adjudican a las alergias se encuentran en la clara; pero entre más cocido, menos posibilidades.
• Pescado
• Leche
• Cacahuates o maní
• Frutos secos como nueces, avellanas, almendras o pistache, ya sea en su forma sola como botana o al incluirlos en un alimento preparado
• Mariscos como camarón, cangrejo, langosta, almejas, ostras por proteínas como la tropomiosina o la arginina quinasa.
• Soja
• Trigo (y sus derivados como el pan, la pasta o los cereales).