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¿Qué pasa con los intercambios criptográficos?

Aumentan regulaciones hacia las criptomonedas, pero lo ven como un paso hacia su maduración y mayor uso.

Los intercambios de criptomonedas se han acostumbrado a ganar. Pueden embolsarse ganancias en mercados alcistas y bajistas, siempre que la gente siga operando, y 2021 fue un año comercial de varios billones de dólares.

Han probado nuevas formas de mantener la fiesta, y algunas ofrecen un apalancamiento de hasta 100 veces, emiten sus propias monedas y lanzan derivados, como versiones simbólicas de acciones.

Pero la casa no siempre puede ganar. Los precios de las criptomonedas están bajando, lo que podría desalentar el espíritu animal, y el escrutinio regulatorio está aumentando, ya que los organismos de control se centran en la cantidad de transacciones que se realizan en las jurisdicciones extraterritoriales.

Los intercambios estiman que más reglas son solo un paso en el camino hacia la madurez criptográfica. Un sello de aprobación de los reguladores podría alentar a más inversores institucionales a hablar sobre el manto de criptografía de los vaqueros.

Están cortejando a los reguladores caminando de puntillas hacia la luz: Binance, que es famoso por no tener sede, está buscando una base nacional de operaciones y ha dejado de lado algunos productos riesgosos.

Los cabilderos de las criptomonedas han invadido el Capitolio. Pero el éxito depende de que no haya sorpresas desagradables en un mercado volátil. Si bien las criptomonedas han sobrevivido a muchas caídas breves y bruscas, una venta prolongada pondría a prueba la viabilidad de la nueva gama de tokens y derivados.


Cuando suena la música, hay que seguir bailando, como dijo un jefe de banco en el período previo a la crisis de las hipotecas subprime de 2007. Los intercambios esperan que la música nunca se detenga.

¿Qué pasa en México?

Banxico trabaja en el proyecto de su moneda digital (CBDC o Central Bank Digital Currencies, en inglés), que saldrá al mercado en 2024, y a diferencia de las criptomonedas, como Bitcoin y Ethereum, estas divisas prometen menor volatilidad y mayor seguridad.

El organismo señaló que la decisión es una respuesta a “las nuevas tecnologías y la infraestructura de pagos de última generación” y pretende con ello avanzar en la inclusión financiera en el país.

Amín Vera, director de análisis económico de BW Capital, catalogó a la nueva moneda digital como una ‘“evolución” del Cobro Digital (CoDi), y el cual también fue diseñado por el propio Banxico, pues permitiría agilizar las transferencias 100 por ciento digitales sin la necesidad de utilizar el sistema de la banca comercial, y lo que, a su vez, abonará a la inclusión financiera en un país que todavía tiene importantes rezagos en la materia.

Lo que el organismo ha reiterado es que esta moneda digital no desplazará a los billetes y monedas, debido a que en México hay un alto índice de informalidad y baja inclusión financiera.

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