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Los cielos se están llenando de taxis

La semana pasada, Vertical Aerospace Group reveló planes para salir a Bolsa.

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Bloomberg

Las compañías de adquisiciones de propósito especial, conocidas como SPAC, sorprenden con su mentalidad de rebaño. Una vez que una de ellas se decide por un nuevo tipo de público empresarial, las demás hacen lo mismo. Así pasó con los vehículos eléctricos y la tecnología relacionada, y ahora es el turno de los taxis voladores.

La semana pasada, Vertical Aerospace Group, un fabricante británico de lo que se conoce técnicamente como aviones eléctricos de despegue y aterrizaje verticales o eVTOL, reveló planes para salir a Bolsa. Lo hará mediante una fusión con Broadstone Acquisition, una firma de cheque en blanco creada por el empresario Hugh Osmond, fundador del operador de pubs Punch Taverns.

Rivales como Joby Aviation, Archer Aviation y Lilium GmbH ya hicieron acuerdos con otras SPAC y, según se informa, una transacción de cheque en blanco que involucra a la subsidiaria de Embraer SA y Eve Urban Air Mobility está en camino. Por su parte, el fabricante chino de eVTOL, EHang Holdings, se hizo pública de la manera tradicional. Si los aviones no son lo suyo, ahí está Blade Air Mobility, que planea operar helipuertos para estos nuevos artilugios. Sin duda habrá más salidas a bolsa de este tipo.

Para aquellos que temen que la City de Londres esté perdiendo cotizaciones de tecnología, los planes de Vertical de cotizar en la Bolsa de Nueva York no los harán sentir mejor. Sin embargo, para aquellos cuyo sueño es revolotear por los cielos como los Supersónicos, las enormes cantidades de capital que inundan este espacio son muy alentadoras. Además, los fabricantes de eVTOL prometen que serán más seguros que los helicópteros normales. Y también mucho más limpios y silenciosos.

A decir por sus presentaciones regulatorias, estos fabricantes esperan tener un gran éxito. Todos ellos han hecho pronósticos financieros optimistas, una característica útil, pero controvertida de salir a bolsa a través de una SPAC. Pero en medio de tanta competencia, sin mencionar los enormes desafíos tecnológicos, de certificación regulatoria y opinión pública que se avecinan, la realidad es que algunas de ellas probablemente no tendrán éxito. Las cosas ya se empezaron a poner feas: Archer y su rival Wisk Aero LLC se están peleando en los tribunales en una disputa sobre el presunto robo de secretos comerciales.

Para evitar decepcionar a los inversionistas neófitos del mercado público que acuden en masa a empresas futuristas, hubiera sido mejor que no salieran a bolsa durante más tiempo. Pero una vez que una obtiene una gran cantidad de capital, las demás temen una desventaja competitiva a menos que hagan lo mismo, y rápidamente. Desarrollar una aeronave requiere una gran inversión de capital: los 394 millones de dólares que recaudó Vertical parecen tener poca potencia en comparación con los mil 600 millones que Joby está generando con su propio acuerdo.

Aun así, la valoración empresarial de mil 800 millones de dólares atribuida a Vertical es bastante contundente si se considera que el primer vuelo de prueba de su avión VA-X4 no se realizará hasta finales de este año y no comenzará las entregas hasta 2024, un cronograma similar al de sus rivales. Eso es casi una cuarta parte del valor empresarial de Leonardo SpA, uno de los fabricantes de helicópteros más grandes del mundo. Se espera que este año la empresa italiana genere 14 mil millones de euros (17 mil millones de dólares) de ingresos. En este momento Vertical no los tiene.

Para ser justos, Vertical cuenta con algunos ingenieros experimentados y el respaldo financiero de grandes firmas como Microsoft, Rolls-Royce Holdings, American Airlines Group y Honeywell International (esta última está cubriendo sus apuestas: Honeywell anunció esta semana una inversión en Lilium).

Hasta la fecha, Vertical ha obtenido mil pedidos anticipados y opciones de American, Virgin Atlantic Airways Airways y el arrendador Avolon Holdings, que dice que suman un valor de 4 mil millones de dólares.Sin embargo, los pagos están condicionados a que se alcancen varios hitos. Eso es una suerte, ya que la pandemia obligó a la aerolínea de Richard Branson a reestructurarse financieramente y el balance de American sigue abrumado por una enorme deuda.

Los taxis voladores ya no son solo una quimera, pero Vertical todavía tiene mucho que demostrar. Con los SPAC inyectando tanto efectivo, la compañía está alcanzando cielos cada vez más concurridos.

La opinión del articulista no coincide necesariamente con la de Bloomberg. Ni con la de El Financiero.



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