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La captura de la mayoría de la Cámara de Representantes por parte del Partido Republicano, aunque limitada, transformará la agenda en Washington, empoderando a los legisladores para perseguir objetivos conservadores; desafiar las políticas del demócrata Joe Biden, y ‘desatar’ investigaciones con sus nuevos poderes de citación.
En 2023, los republicanos han dejado que el comité de investigación del Ataque al Capitolio (liderado por los demócratas) ya no existirá. En cambio, comenzarán las investigaciones públicas sobre el hijo del presidente, Hunter Biden. Y las prioridades del Partido Republicano, incluida la seguridad fronteriza, los derechos de los padres y los principales recortes del IRS, llegarán rápidamente al pleno de la Cámara.
Es un latigazo familiar, que recuerda lo que ocurrió después de las elecciones de mitad de período en 2010 y 2018 que también terminaron con el control de Washington por parte de un solo partido, la primera vez en beneficio de los republicanos, la segunda en beneficio de los demócratas. Esta vez, sin embargo, el resultado más débil de lo esperado de los republicanos en las elecciones de la semana pasada complicará los planes para enfrentar agresivamente a Biden.
El congresista Kevin McCarthy tendrá pocos votos de sobra mientras dirige la agenda de la Cámara, poco espacio para maniobrar si los miembros de su conferencia, particularmente el Freedom Caucus de extrema derecha, retienen su apoyo.
Es probable que pocos de los objetivos del Partido Republicano de la Cámara, incluso si se aprueban, tengan muchas posibilidades en el Senado, estrechamente dividido pero liderado por los demócratas.
Pero después de dos años de investigaciones por el Asalto al Capitolio y contra Donald Trump, los republicanos han dejado en claro que una de las principales prioridades de su propia mayoría es investigar... y luego investigar un poco más, pero esta vez a los demócratas.
Republicanos preparan ola de investigaciones contra demócratas
Están preparando una amplia gama de pesquisas que van desde los tratos comerciales de Hunter Biden hasta la caótica retirada de Estados Unidos de Afganistán; la inmigración ilegal en la frontera entre Estados Unidos y México, y miles de millones de dólares en gastos de COVID que, según dicen, fueron robados o gastados frívolamente.
“Realmente se trata de obtener respuestas a las preguntas que la gente de todo el país ha estado haciendo durante los últimos dos años y, por varias razones, la administración se niega a ser sincera”, dijo el representante Steve Scalise, quien está a punto de convertirse en líder de la mayoría en la Cámara baja.
Investigar a la familia Biden será la primera orden del día, indicaron los líderes republicanos este jueves en una conferencia de prensa pocas horas después de obtener la mayoría en la Cámara.
El representante James Comer, presidente entrante del Comité de Supervisión de la Cámara, afirmó que hay “preguntas preocupantes” sobre los negocios del hijo de Joe Biden, Hunter, y uno de los hermanos del presidente, James Biden, que requieren una investigación más profunda.
De hecho, los legisladores republicanos y su personal han estado analizando mensajes y transacciones financieras encontradas en una computadora portátil que perteneció a Hunter Biden durante el último año. Han discutido la emisión de citaciones del Congreso a entidades extranjeras que hicieron negocios con él, y recientemente contrataron a James Mandolfo, un ex fiscal federal, para ayudar con la investigación.
Los impuestos y el trabajo comercial en el extranjero de Hunter Biden ya están bajo investigación federal, con un gran jurado en Delaware escuchando testimonios en los últimos meses. Si bien nunca ocupó un cargo en la campaña presidencial ni en la Casa Blanca, su participación en el directorio de una compañía energética ucraniana y sus esfuerzos por lograr acuerdos en China han generado dudas durante mucho tiempo sobre si se benefició del rol en el servicio público de su padre.
Casa Blanca se dice preparada para ‘venganza política’
Joe Biden ha dicho que nunca ha hablado con su hijo sobre sus negocios en el extranjero y, por ahora, no hay indicios de que la investigación federal involucre al presidente de ninguna manera.
El representante Jim Jordan, el republicano de Ohio que dirigirá el Comité Judicial, advirtió que tiene la intención de investigar lo que, según él, es una relación “demasiado estrecha” entre la Casa Blanca y el Departamento de Justicia.
“La única forma en que se puede responsabilizar a las personas y, con suerte, detener este tipo de comportamiento es presentárselo al país”, dijo. Tanto Jordan como Comer enfatizaron que no planean investigar la vida personal de Hunter Biden.
La Casa Blanca se ha estado preparando durante meses para posibles investigaciones contra la familia de Biden, aunque los comentarios sobre cualquier cosa relacionada específicamente con Hunter Biden provendrían de sus abogados, quienes no respondieron de inmediato a una solicitud de declaraciones.
“El presidente Biden no permitirá que estos ataques políticos lo distraigan de centrarse en las prioridades de los estadounidenses, y esperamos que los republicanos del Congreso se unan a nosotros para abordarlos en lugar de perder tiempo y recursos en una ‘venganza política’”, dijo Ian Sams, portavoz de la oficina legal de la Casa Blanca.