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Ingeniera mexicana se convierte en ‘embajadora’ de la aviación en Canadá

Rocío Bautista por medio de su empresa, DHAR AIR, busca fomentar la contratación diversificada y la participación activa de mujeres en la aviación.

No hay muchas como ella, literalmente. La mexicana Rocío Bautista forma parte del 3 por ciento de ingenieras y técnicas de mantenimiento de aeronaves que hay en el mundo, según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

La historia de esta ‘embajadora de la aviación’ empieza en la CDMX, pasa por Estados Unidos y llega a Canadá, donde desde hace un par de años ‘aterrizó su vuelo’ y donde ahora es la encargada de llevar el mensaje de que en la aviación hay mucho lugar para las mujeres y para cualquiera que se atreva a soñar.

Sabe que su recorrido es apenas un grano de sal en un negocio donde el 98.3 por ciento de los pilotos mexicanos son hombres y donde, globalmente, sólo el 6 por ciento de las aerolíneas tienen una CEO mujer, según la Secretaría de Economía y de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

Bautista se destaca en la industria no sólo por ser parte de un segmento subrepresentado, sino también, porque desde hace un par de años, junto con su esposo, David Aguilar, construyen ‘puentes laborales’, a través de su empresa DHAR AIR, una agencia de mano de obra que conecta personal de mantenimiento de aeronaves altamente calificado con firmas canadienses.

Su misión y la de su esposo, también ingeniero en mantenimiento de aeronaves, consiste en fomentar la contratación diversificada y la participación activa de mujeres en la aviación. Actualmente su empresa cuenta con 10 personas que proporcionan servicios a talleres de mantenimiento de aeronaves en el ‘país de la hoja de maple’.

Además, Bautista López es ‘embajadora de aviación en Manitoba’ para Elevate Aviation, una organización sin fines de lucro fundada en 2015 en Alberta, Canadá, y cuyo objetivo es promover cambios en la industria fomentando la participación de las mujeres en este sector.


“Ver mujeres trabajando en el avión y compartir nuestras experiencias fue inspirador para mí. Al llegar a Canadá, noté un grupo de mujeres brindando mentoría. Estos eventos son una oportunidad para introducir a los niños a las diferentes profesiones. La presencia de mujeres en ellos llama mucho la atención, ya que seguimos siendo una minoría”, aseguró.

Inspirada por las historias que le contaba su padre, Bautista encontró su pasión en los cielos, pero con los pies muy puestos en la tierra. Su “vuelo profesional” comenzó en las aulas del Politécnico Nacional, para posteriormente obtener un grado universitario en Ingeniería en Control y Automatización.

Rocío inició su carrera en Mexicana, especializándose en calibración y mantenimiento de instrumentos de medición para aeronaves. Luego, aplicó su experiencia en EU durante tres años y medio antes de mudarse a Canadá en 2018 con su familia. Allí, trabajó en Bombardier Aerospace y DeHavilland Aircraft en Toronto, y más tarde en PAL Aerospace en Winnipeg, donde reside actualmente con sus dos hijos.

En su travesía desde los salones de clase hasta los hangares en tres diferentes países, Rocío Bautista se ha convertido en más que una ingeniera en mantenimiento de aeronaves; es un faro de inspiración y un puente hacia el futuro para muchas mujeres que sueñan con el cielo.

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