Shampoo seco: ¿Cuál es su diferencia con el normal y cómo debe aplicarse?

La presencia de sustancias cancerígenas en el shampoo seco encendió las alarmas en la industria del cuidado del cabello, ya que un estudio independiente dado a conocer por Bloomberg señaló que estos productos pueden tener Benceno.

El análisis que realizó a 148 lotes de 34 marcas de shampoo seco en aerosol arrojó que el 70 por ciento de estos contenía dicho ingrediente por lo que presentó una petición ante la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para que los productos sean retirados del mercado.

La situación es importante, ya que el shampoo seco forma parte de los hábitos del día a día principalmente de las mujeres y personas gestantes, por lo que será necesario reflexionar sobre el uso en comparación con el shampoo tradicional, que se usa en los lavados de cabello tradicionales con agua.

¿Cuál es la diferencia entre el shampoo seco y el tradicional?

Las diferencias entre los tipos de shampoos tienen que ver principalmente con su aplicación, así como para la utilidad que estos tienen para atender las necesidades de tu cabello.

Mientras el shampoo tradicional se aplica a la hora de bañarse con agua y es un líquido que normalmente se aplica con las manos sobre el cabello, el shampoo seco tiene otras funciones.

De acuerdo con la empresa Garnier, el shampoo seco (que ahora está en el ojo de la polémica por su contenido de sustancias cancerígenas) se aplica como aerosol sobre el cabello.

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Las fórmulas de polvo y alcohol que tiene el shampoo seco “ayudan a absorber el exceso de grasa y residuos que se acumulan en el cabello, lo que permite prolongar la duración de tu peinado”, explica la empresa.

Además, este tipo de shampoo es ideal para “ayudar a absorber la grasa y refrescar el cabello entre lavados” y evitar el daño del cabello si se lavara diario.

La organización de peluqueras profesionales, Botox Capilar, señala que el shampoo seco no debe usarse diario y lo recomendable es aplicarlo dos veces por semana como máximo en un lapso de dos días seguidos.

“Lo ideal es alternar el uso del shampoo seco, lavando tu cabello con el lavado tradicional, para evitar la acumulación del producto en el cuero cabelludo y posibles infecciones”, explica la organización de peluqueras.

Con información de Bloomberg.