Ciudad Juárez, primer lugar en producción de videos sobre abuso sexual infantil

Asociaciones civiles alertan que Ciudad Juárez, en la frontera norte de México, ocupa el primer lugar en la producción de material sobre abuso sexual infantil en el país, origen del 60 por ciento de este material en el mundo, según la organización Ecpat (End Child Prostitution, Child Pornography and Traficking).

“El dato que nos da la ONU, la Unicef, Casa Amiga y otras instancias que atienden a menores es que Ciudad Juárez es el número uno productor de pornografía infantil “, indicó a EFE la activista Yadira Cortés Castillo, representante de la Red Mesa de Mujeres, que se encarga de atender a las víctimas de violencia.

Al respecto de este tipo de delito, la Interpol puntualiza que este tipo de materiales no pueden ser denominados como tal: “Si hay niños implicados, no es porno. Es un delito. Es abuso”.

La alerta Ecpat ocurre después de un punto de acuerdo de finales del año pasado de la Cámara de Diputados, que afirma que México ocupa el primer lugar en elaboración y distribución de material de abuso infantil, abuso sexual, explotación, y trata de menores de edad, al citar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El documento del Congreso también señaló que seis de cada 10 materiales de abuso sexual infantil en el mundo provienen de México, según informes de la Conferencia Internacional de Turismo y Explotación Sexual Comercial Infantil.

“Es grave, sabemos que México es de los países principales en el mundo de producción, pero también de consumo de pornografía infantil, esto está documentado por décadas por organizaciones”, comentó a EFE Lydia Cordero Cabrera, directora de Casa Amiga, asociación que apoya a víctimas de violencia familiar en Juárez.

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El abuso sexual contra las infancias: Una cifra negra

Pese al panorama, Cortés explicó que los datos oficiales son escasos porque hay pocas denuncias, pero puede deducirse porque el abuso infantil no es un hecho aislado, sino que en Juárez hay todo un sistema que propicia los delitos sexuales contra niñas y niños.

Mientras que Cordero Cabrera comentó que la creación de material de abuso sexual infantil es un delito que queda “por debajo del agua”.

Datos de Casa Amiga refieren que en los últimos cinco años han atendido 408 casos de abuso infantil en Juárez, además de 154 casos de violaciones sexuales.

En el 43 por ciento de los casos, detalló, el victimario es un familiar directo, en el 28 por ciento es de familia extendida, en el 18 por ciento es alguien conocido y solo en el 11 por ciento es alguien extraño.

“De acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Juárez encabeza el número de carpetas abiertas por violencia sexual infantil, primer lugar en cuanto a abuso contra menores, embarazos adolescentes y producción de pornografía”, señaló Cortés.

En su última medición, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que Chihuahua, donde está Ciudad Juárez, fue el estado con más delitos sexuales contra niñas, niños y adolescentes, con un total de 161 en 2021.

La presencia del crimen organizado

Entre los factores que propician el surgimiento de esta violencia, Cortés mencionó la falta de denuncias, la escasa prevención del Gobierno e, incluso, la participación del crimen organizado.

“La pornografía infantil está captada también por el crimen organizado porque paga. Es bien importante también resaltar la mercancía que no se consume no se vende y no se produce”, observó.

Cordero lamentó que la producción de materiales sexuales es muy difícil de combatir porque es de índole muy privada, y generalmente los niños no tienen la posibilidad de saber que están sufriendo un delito y que no tienen por qué permitirlo.

“¿Qué están haciendo las instancias de Gobierno para prevenir y atender adecuadamente esta situación?”, cuestionó Cortés.

“Las sentencias a pedófilos son muy importantes que se vean en televisión, que se difundan y realmente son muy pocas. Son muy importantes porque las sentencias son reeducadoras culturales, pero también son preventivas”, concluyó.