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No lloren por él, Argentina: Alberto Fernández competirá por reelección

‘Trabajaré fervientemente para que sea un compañero o una compañera de nuestro espacio político’, dijo el presidente en un video en redes sociales.

Alberto Fernández anunció este viernes que no competirá por la reelección de la Presidencia de Argentina en los comicios de octubre en medio del desgaste de su gobierno por la acelerada inflación; la caída de su imagen pública, y la falta de apoyo interno dentro del Peronismo.

La decisión, que muchos veían como inevitable ante la constante pérdida de apoyo popular del mandatario, obliga a los peronistas a reordenarse para encontrar a un líder para las elecciones en las que se jugará su permanencia en el poder.

Fernández, que asumió el poder en 2019, hizo el anuncio en las redes sociales y señaló que en diciembre entregará la banda presidencial “a quien haya sido elegido legítimamente en las urnas por el voto popular”.

“Trabajaré fervientemente para que sea un compañero o una compañera de nuestro espacio político que represente a quienes seguimos y seguiremos luchando por una patria justa, con equidad y felicidad para todos y todas”, dijo el mandatario, de 64 años, en un video grabado.

Cómo Kirchner ‘sacó' de la carrera presidencial a Fernández

La decisión de salir de la disputa electoral era demandada por el kirchnerismo, el sector de centroizquierda del peronismo que responde a la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, con quien el gobernante está enfrentado por la política económica.

La inflación mensual de marzo llegó a 7.7 por ciento, la más alta desde 2002, y acumuló en el primer trimestre del año una variación de 21.7 por ciento. En la comparación interanual, el incremento alcanzó el 104.3 por ciento, lo que sitúa a Argentina entre los países con mayor costo de vida del mundo.


Por la aceleración de los precios, la pobreza afecta a casi 40 por ciento de la población. En total, 18.6 millones de personas tienen problemas para subsistir en el país sudamericano.

En su sorpresivo mensaje, Fernández indicó que abandona la carrera electoral presidencial para concentrarse en la gestión de la crisis inflacionaria. En su defensa recordó que recibió un país “endeudado, en recesión, con alta pobreza e inflación” y tuvo que enfrentar “una pandemia mundial, una guerra (en Europa) y las consecuencias de una brutal sequía”.

Cómo la crisis económica ‘consumió' la Presidencia de Alberto Fernández

Su anuncio se produjo al término de una semana convulsionada en la que se disparó la cotización del dólar en el mercado paralelo -donde no hay restricciones y en el cual los argentinos se refugian para ahorrar- y en medio de versiones acerca de la posible renuncia del ministro de Economía, Sergio Massa. Todo ello agudizó la sensación de que el gobernante está sin brújula.

En un contexto de creciente inestabilidad económica, este viernes el peso volvía a perder valor frente el dólar en el mercado informal de cambio, el único al que pueden acceder los ahorristas libremente debido a las restricciones cambiarias. La divisa cerró la jornada en 442 pesos por unidad respecto de los 433 pesos de la víspera y estableció una nueva marca histórica.

Bajo la gestión de Fernández, la divisa aumentó más de 500 por ciento en el mercado ilegal.

Varios funcionarios cercanos, como el canciller Santiago Cafiero, apoyaron al presidente, pero opositores de distintos espacios opinaron que su decisión es una muestra del fracaso de su gestión.

Con su anuncio, Alberto Fernández dio luz verde a que el aspirante a la Presidencia del Frente de Todos surja de un acuerdo consensuado entre los distintos sectores o mediante las elecciones internas y obligatorias previstas en agosto para todos los partidos.

Fernández defendió la celebración de internas para que su espacio político siga siendo el “que garantiza que no volverá la derecha a traernos su pesadilla y su oscuridad”.

El peronismo, que hizo de la justicia social su bandera, se ve en dificultades para perfilar a un candidato presidencial que inspire confianza a su electorado, donde se detecta un creciente malestar y fuga de votos.

Pese a que sectores cercanos impulsan su candidatura, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (que mantiene una base de apoyo popular en torno de 25 por ciento), se considera proscrita para competir a raíz de la condena a seis años de cárcel que recibió en diciembre e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos por administración fraudulenta.

La exmandataria, que no irá presa porque puede apelar, considera que el fallo es una muestra de la persecución política de la que es objeto.

Para los analistas el escenario electoral es incierto y agitado, en gran parte por el grado de divisiones internas en el oficialismo, pero también en la principal coalición opositora, Juntos por el Cambio, donde hay una lucha intestina por la candidatura presidencial.

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