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Este sábado 25 de marzo, Rusia amenazó a Ucrania con utilizar municiones de uranio empobrecido reciben desde Occidente un arma que Moscú teme por tener la potencia de traspasar blindajes.
La alarma de Rusia se elevó al respecto, luego que el Reino Unido anunciara una entrega de municiones de uranio empobrecido a Ucrania en el futuro próximo; Rusia denunció esto, señalando que considera que esta entrega representaría un “agravamiento serio del conflicto”.
El tipo de municiones señalados por Rusia, son de uso militar y, aunque no se encuentran prohibidas por el derecho internacional, éticamente, pocas veces han sido utilizadas en combate por su carácter tóxico.
El uranio empobrecido es empleado en proyectiles perforantes para atravesar el blindaje de vehículos y buques, y hasta donde se conoce, se ha utilizado en algún momento por ejércitos, incluidos especialmente el estadounidense y el ruso, en las dos guerras del Golfo de 1991 y 2003, así como en la exYugoslavia en la década de 1990.
¿Qué es el uranio empobrecido?
El uranio empobrecido es un producto derivado del proceso de enriquecimiento del uranio. Es en promedio 60% menos radioactivo que el uranio natural.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUE), el uranio empobrecido es un “metal pesado, química y radiológicamente contaminante”.
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El uranio es un metal muy denso: 1.7 veces más que el plomo y es tan duro que en un proyectil no se deforma cuando golpea su objetivo, siendo esta su principal tarea, esparciendo polvo y fragmentos de este material, que tiene carácter tóxico en superficies y claramente, en personas.
¿Qué genera el uranio empobrecido en el cuerpo?
La ingesta o inhalación de grandes cantidades de urario empobrecido, puede afectar el funcionamiento de los riñones. Además, de inhalar grandes cantidades de partículas durante cierto tiempo, se corre el riesgo del cáncer de pulmón”.
Las municiones de uranio empobrecido fueron citadas como unas de las causas posibles de problemas de salud de los excombatientes de la guerra del Golfo, o del número elevado de cánceres o malformaciones congenitales en la ciudad iraquí de Faluya.
Muchos estudios concluyeron que no hay pruebas sobre el carácter nocivo del uranio empobrecido, pero esos resultados siguen siendo cuestionados.
Según estudios cuyas conclusiones comparte el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), “el riesgo radiológico al que se exponen la poblaciones y el medio ambiente no son más importantes en los casos donde la presencia de uranio empobrecido provocó una contaminación localizada del medio ambiente bajo forma de pequeñas partículas liberadas al darse el impacto”, subrayó la oficina de asuntos de desarme de la ONU.