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Han pasado ya poco más de dos semanas desde que los talibanes tomaron el control de Kabul, capital de Afganistán, el presidente afgano Ashraf Ghani huyó del país y Estados Unidos comenzó a retirar sus tropas.
Sin embargo existe una provincia que se interpone en el camino de los talibanes en su total control de la nación.
Se trata de el valle de Panjshir, una provincia ubicada al norte de Kabul, última zona del país no controlada por el Talibán, donde han surgido personalidades opositoras listas para iniciar una resistencia armada.
Entre estas personalidades se encuentran miembros del gobierno derrocado como el vicepresidente Amrullah Saleh, quien se declaró como el presidente legítimo del país luego de la salida Ashraf Ghani, y el ministro de Defensa, el general Bismillah Mohammadi.
Así como Ahmad Massoud, hijo del jefe asesinado de la Alianza del Norte, Ahmad Shah Massoud, rostro de la resistencia contra los talibanes.
En un artículo de opinión publicado en el Washington Post el pasado 18 de agosto, Massoud, educado en el Reino Unido, escribió que sus combatientes estaban “preparados para enfrentarse una vez más a los talibanes”.
“Hoy escribo desde el valle de Panjshir, listo para seguir los pasos de mi padre, con combatientes muyaidines que están preparados para enfrentarse de nuevo a los talibanes”, se lee en el texto. “El Talibán no es un problema exclusivo del pueblo afgano. Bajo el control de los talibanes, Afganistán se convertirá sin duda en la zona cero del terrorismo islamista radical: aquí se volverán a urdir conspiraciones contra las democracias”.
No obstante agregó que sus reservas de armas y municiones se agotarían “a menos que nuestros amigos en Occidente puedan encontrar una manera de abastecernos sin demora”.
Massoud está actualmente en conversaciones con los talibanes, que han enviado a combatientes alrededor de su bastión en la provincia de Panjshir.
*Con información de Bloomberg y AP