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El temor más común para quienes solicitan algún crédito es ser embargados al no cumplir con los pagos de la deuda.
La manera para evitar un embargo es tener un buen manejo de las finanzas en cualquier préstamo o crédito.
Para lograrlo, es importante definir para qué se ocupará el dinero y si se tienen realmente estos recursos para pagar.
Las razones más comunes para un embargo son por no cumplir con un crédito hipotecario o automotriz.
En estos casos el banco tiene el objetivo de recuperar la propiedad o el automóvil y la forma de hacerlo es mediante el embargo.
También aplica para los adeudos de las tarjetas de crédito; sin embargo, antes debe haber una orden de un juez.
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El Servicio de Administración Tributaria (SAT) también realiza embargos a personas físicas o morales si no cumplen con sus obligaciones fiscales. El plazo para pagar un crédito fiscal es de 45 días después de haber recibido este tipo de notificación.
¿Qué me pueden embargar por una deuda?
El embargo depende de la cantidad de la deuda por lo que el bien puede ser dinero o algo equivalente a esto.
El Código Fiscal de la Federación detalla que algunos de los bienes que se pueden embargar, son los siguientes:
- Dinero, metales preciosos, depósitos bancarios, componentes de ahorro o inversión asociados.
- Acciones, bonos, cupones vencidos, valores mobiliarios y créditos de inmediato y fácil cobro.
- Bienes muebles.
- Bienes inmuebles.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) vigila que los bancos apliquen formas sanas de cobranza.
Las entidades financieras tienen un plazo de 90 días para cumplir las obligaciones y adecuar los contratos de prestación de servicios con los despachos de cobranza.
Si el contribuyente o deudor impide que se realice el embargo, el ejecutor puede solicitar el apoyo de la policía o de elementos de la fuerza pública.