El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este martes a Rex Tillerson como Secretario de Estado, quien es el director general de Exxon Mobil, firma que junto con la francesa Total planean invertir 6 mil 643 millones de dólares para la exploración y desarrollo en México del bloque 2 de la Ronda 1.4, que ganaron el pasado 5 de diciembre en la licitación petrolera.
En México, Exxon Mobil tiene más de 130 años de presencia y cuenta con oficinas no sólo en la Ciudad de México sino en Tuxpan, Veracruz. Entre las dos oficinas emplean a más de 250 personas.
Como Secretario de Estado una de sus funciones principales será la de llevar las relaciones exteriores de dicha nación con el resto del mundo y con México.
Rosío Vargas, investigadora del Centro de Investigaciones Avanzados sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, opinó que Tillerson ha estado interesado en invertir en México desde la elección presidencial de 2012, cuando con Exxon Mobil se acercó al candidato republicano Mit Romney para buscar su apoyo a fin de facilitar su entrada al país.
"La pasada contienda presidencial en aquel país (2012) también exhibió las presiones para el acceso a los recursos mexicanos. El candidato republicano, Mit Romney, era el vocero de los intereses de Rex Tillerson, presidente de Exxon Mobil, quien buscaba facilitar la entrada de la petrolera a México junto con otras firmas estadounidenses", señaló en un análisis reciente.
Si bien la elección la ganó Barak Obama, del partido demócrata, el eco de dichos reclamos sí tuvo efecto en su presidencia, pues en el 2013 hubo un acercamiento entre Estados Unidos y México, a fin de poner el tema de las reservas petroleras de México en la mesa de discusión.
"La visita del presidente estadounidense Barack Obama a México (en mayo de 2013), sirvió para este objetivo. Se intentaría cumplir uno de los históricos reclamos a México, ya que las reservas petroleras y gaseras serían puestas en la mesa de diálogo", señaló Vargas.
El nombramiento de Rex Tillerson para conducir el Departamento de Estado en el gobierno de Donald Trump abre la puerta a posibles conflictos de interés a raíz de su actividad empresarial en el sector petrolero.
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De acuerdo con Tyson Slocum, director de programa de energía de la ONG Ciudadano Público, de Washington, será casi imposible que Tillerson, actual director gerente de ExxonMobil, se desligue de sus lazos con la firma en la que trabaja desde 1975.
Pregunta: ¿Qué conflictos de interés podrían surgir a raíz de su carrera en el gigante petrolero?
Slocum: El problema no es apenas que Tillerson tiene acciones de Exxon. El problema es que Tillerson ha trabajado en un sólo lugar toda su vida, en Exxon, donde pasó más de 40 años.
El sector de las industrias extractivas es único, porque frecuentemente es necesario establecer lazos personales y políticos con los gobiernos para acceder a los recursos naturales de cada país.
Tillerson ha sido muy agresivo en establecer esas relaciones con países, en oposición directa con los intereses estadounidenses. Ser director ejecutivo de una firma no es un elemento descalificador para ingresar al gobierno. Pero Exxon funciona de hecho como un reino independiente y negocia directamente con los Estados".
Pregunta: ¿Cuál es el riesgo para los intereses estadounidenses?
Slocum: Consideremos la cuestión de Rusia. (Tillerson) se ha presentado por lo menos 20 veces en la Casa Blanca para hablar de las sanciones. Ha dicho públicamente que las sanciones no eran eficaces porque es su punto de vista de dirigente de una empresa, y las sanciones limitan las oportunidades económicas.
Pero no es apenas el caso de Rusia, sino también el de Irán, o algunas dictaduras de África y Asia. ¿Cuál será el rol de Tillerson?
Pregunta: ¿Puede Tillerson cortar todos sus lazos financieros con ExxonMobil para reducir los conflictos de interés?
Slocum: Tillerson debe toda su fortuna a Exxon. ¿Cómo podría disociarse financieramente? Y no puede colocar sus inversiones en un fideicomiso ciego ('blind trust') porque él sabrá dónde está su dinero.
Pero aún si logra deshacerse de esas inversiones, restarán aún conflictos de interés. Porque sus responsabilidades al frente de Exxon le permitieron establecer muchas relaciones internacionales en conflicto con los intereses estadounidenses. Cuando viaje por el mundo como secretario de Estado, permanecerán preguntas sobre los verdaderos intereses que defenderá. AFP