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‘Big Ben’ se despide de Acereros y de la NFL tras 18 años en el emparrillado

El quarterback llegó a la institución en el 2004 tras ser elegido en la posición número 11 del draft.

El momento más triste llegó. Ben Roethlisberger le dijo adiós al emparrillado después de 18 años como quarterback de Pittsburgh Steelers, equipo con el que conquistó dos Super Bowl: 2006 frente a Seattle Seahawks y en el 2009 ante Arizona Cardinals; aunque llegó a un tercero en el 2011, pero la batalla se pintó con los colores de Green Bay.

Aquél joven procedente de la Universidad Miami en el estado de Ohio fue elegido para tomar uno de los puestos más importantes dentro del conjunto de Acerero, pues no era nada fácil ser comparado por un tipo de nombre Terry Bradshaw.

El eterno ‘12′ que hacía temblar, con solo verlo al ataque, las rodillas de sus rivales cada vez que lo enfrentaban, el mariscal de campo se quedó con un mote de ser temido en los años ‘70, ya que su habilidad, destreza, fuerza, inteligencia, velicidad para pensar, rápido y elegante en sus pases, lo llevó a conquistar un total de cuatro Vince Lompardi: 1974, 1975, 1978 y 1979.

Después de esos años de gloria, los líderes en ataque no tuvieron el peso y categoría para volver a llevar a la franquicia a conquistar otro trofeo dentro de la NFL, hasta que un novato, que por cierto, nació el mismo año que Bradshaw colgó el casco, le dio nueva vida al conjunto apodado ‘la cortina de acero’.

Fue hasta el año 2004 cuando Steelers le dio la oportunidad a un novato dentro del draft del 2004, seleccionado en la posición número 11, por un acuerdo de seis temporadas y una bolsa por 22 millones de dólares.

En su primer campaña, llevó al equipo a obtener una marca registrada de 15 partidos con victoria y una derrota, que por cierto, él no participó, debido a una lesión que sufrió con anterioridad, por lo que si no hibiera tenido ese problema, de otro récord estaríamos hablando.

El legado de el apodado Big Ben quedará marcado de por vida, ya que después de defender durante casi dos décadas los colores y escudo de una misma institución, deja un gran peso para alguien que soñó en llegar a lo más lejos, lo logró, lo superó y hasta su nombre con oro escribió.


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