La devastadora explosión de una pipa cargada con gas LP en Iztapalapa, que hasta ahora ha dejado un saldo trágico de ocho personas fallecidas y 94 heridas, ha marcado para siempre al emblemático Puente de La Concordia, una de las vialidades más importantes que conecta el oriente de la Ciudad de México con el Estado de México.
Su historia se remonta a su construcción durante los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard, pero fue el miércoles 10 de septiembre de 2025 cuando este distribuidor vial se convirtió en escenario de una de las tragedias más dolorosas para capitalinos y mexiquenses.
Inaugurado en 2007, el Puente de La Concordia ha sido pieza clave en la movilidad de la zona oriente, al enlazar las calzadas Ignacio Zaragoza y Ermita Iztapalapa con la autopista México-Puebla y la carretera México-Texcoco.
Conocido oficialmente como el Distribuidor Vial Zaragoza-Texcoco, este puente tiene una extensión de 3 mil 737 metros y una capacidad de hasta 9 mil 600 vehículos por hora en cada sentido. Su construcción implicó una inversión aproximada de 1.050 millones de pesos.
Esta vialidad no solo es esencial para la movilidad de Iztapalapa, sino que también facilita el tránsito diario hacia otras entidades como el Estado de México, Puebla y Tlaxcala.

¿Cuándo se inauguró el Puente de La Concordia?
El Puente de La Concordia fue inaugurado el 16 de diciembre de 2007 por los entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.
Durante la ceremonia de inauguración, los dos mandatarios realizaron un recorrido en la nueva obra y destacaron que este puente representaba una muestra de coordinación entre ambas entidades federativas.
No obstante, desde su construcción, el Puente de La Concordia ha estado rodeado de controversias.
Una de las principales surgió en 2006, cuando la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) recibió denuncias sobre el derribo de 265 árboles, lo que generó preocupación en la comunidad por el impacto ambiental del proyecto.
Tras una investigación, se determinó que el proyecto contaba con las manifestaciones de impacto ambiental requeridas, y como compensación, se plantaron 2 mil 244 árboles en el vivero Churubusco.

El sismo de 2017 y su impacto en el Puente de La Concordia
En septiembre de 2017, el Puente de La Concordia sufrió daños considerables a raíz del fuerte sismo de 7.1 que sacudió a la ciudad. Aunque las autoridades aclararon que los problemas observados eran consecuencia de arena de costales colocados como medida provisional y no de derrumbes estructurales, el puente continuó presentando deterioro.
Se realizaron trabajos de reforzamiento y mantenimiento por parte de la Secretaría de Obras y Servicios de la CDMX, que incluyeron la sustitución de juntas de calzada y neoprenos, así como la construcción de topes sísmicos para mejorar la estabilidad del puente.
Sin embargo, a lo largo de los años, el puente ha enfrentado problemas recurrentes como deslaves, inundaciones por lluvias extremas y desgaste estructural.
La devastadora explosión de una pipa de gas
El Puente de La Concordia nuevamente acaparó los noticieros cuando a las 14:20 de la tarde una pipa de gas, perteneciente a la empresa Silza de Grupo Tomza, se volcó bajo el puente y provocó una enorme explosión que derivó en una onda expansiva.
Este incidente resultó en la muerte de al menos ocho personas y dejó a casi un centenar de heridos, algunos de los cuales se reportan en estado crítico y con quemaduras en el 80 y 90 por ciento de su cuerpo.

Este suceso marca un capítulo oscuro en la historia de esta vialidad, poniendo de manifiesto la necesidad de revisar las normativas de seguridad y el mantenimiento de las pipas que, día con día, transportan materiales peligrosos.






