CDMX: ¿Qué problemas enfrentan los adultos mayores en el transporte público? la UNAM lo explica

Los adultos mayores de la Ciudad de México enfrentan diversos problemas de movilidad en la Ciudad de México a través del transporte público, estos se deben nivel socioeconómico y a la infraestructura de movilidad capitalina, de acuerdo con una investigación de Jessica Villena Sánchez, geógrafa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La investigadora, a través de su tesis de doctorado Movilidad diaria de adultos mayores en la CDMX con una perspectiva de métodos mixtos, señala que las ciudades deben adaptarse a su población, y en el caso de la Ciudad de México hay un envejecimiento mayor al de países de Europa y Estados Unidos, por esta razón es importante conocer el desplazamiento de los adultos mayores, así como su percepción del transporte.

Lo anterior con la intención de conocer cuáles aspectos se pueden mejorar para favorecer su movilidad y entender sus necesidades.

A través de un registro basado en la Encuesta Origen Destino de la Zona Metropolitana del Valle de México del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), Villena Sánchez corroboró distinta información que revela que la mayoría de la población entre 60 y 69 años continúa trabajando, y en la mayoría de los casos, es necesario desplazarse en transporte público y privado.

Estas son las cifras acerca de los trabajadores mayores y el transporte de CDMX

• 70 por ciento de los adultos mayores capitalinos tienen estudios básicos, esto se debe a que “era vital trabajar, por lo cual no tuvieron la oportunidad de cursar estudios de licenciatura o posgrado”, de acuerdo con la geógrafa.
• 30 por ciento pertenece a un nivel socioeconómico medio-bajo; 47 por ciento, al medio, y 20 por ciento a un nivel alto; sólo 30 por ciento de los encuestados reportó que tiene una pensión mensual, “lo cual es un porcentaje muy bajo”; 13 por ciento reportó vivir solo.
• 54 por ciento de los adultos mayores no tienen vehículo para transportarse, esto también indicaría que son personas móviles que se trasladan a pie.
• 26 por ciento de los adultos mayores tienen vehículo propio, lo que los hace independientes del transporte público a diferencia del otro 74 por ciento.
• “Los adultos mayores que viven en zonas periféricas tienen poca accesibilidad al transporte público estructurado, como el metro, metrobús, trolebús, camiones RTP o al Circuito Bicentenario, por lo que tienen que viajar en pesero o combi”, señala la investigadora.
• La percepción de los adultos mayores respecto a los conductores del transporte público es negativa, ya que aseguraron en entrevistas a la investigadora que “manejan muy rápido o no les dan su tiempo para bajar o subir porque deben ganarse el pasaje entre ellos”. Estos conductores no son pacientes ni toman en cuenta que, aunque son móviles, ya no son ágiles para saltar de los estribos.
• Los adultos mayores tienen una mejor percepción del trolebús, metro y metrobús que de las combis, peseros o taxis. “A principios de la década de 1970 les tocó utilizar un Metro nuevo y limpio, y el trolebús siempre ha sido un símbolo emblemático de la época dorada de la ciudad porque es barato, sus conductores son tranquilos y porque tiene paradas específicas”, señaló Jessica Villena Sánchez.
• La perspectiva del transporte público es mejor para las personas que no dependen de él para sus actividades diarias y lo utilizan por cuestiones puntuales, y no en horarios donde suelen haber aglomeraciones.

¿Cómo se puede mejorar el transporte público para los adultos mayores en CDMX?

Jessica Villena Sánchez asegura que la mejor solución que puede ofrecer la Ciudad de México al transporte de los adultos mayores está en ofrecer opciones de movilidad que ayuden a los adultos mayores a sentirse cómodos y seguros.

“México tiene mucho que aportar porque hay infraestructura, sólo hace falta escuchar a más a los adultos mayores, tener en cuenta sus necesidades, ser paciente con ellos, y cuidarlos”, puntualizó la geógrafa de la UNAM a la Gaceta de la Universidad, que actualmente estudia el último año del doctorado en geografía en la Universidad de Denver.