Países ‘COVID Zero’ con cierres fronterizos estrictos corren riesgo de quedar en el ‘limbo’

Los países con “COVID zero” que utilizaron controles fronterizos estrictos para mantener el coronavirus a raya durante más de un año corren el riesgo de quedar atrapados en el limbo y cada vez más aislados a menos que aumenten las tasas de vacunación, dijeron expertos en salud pública.

Una burbuja protectora que ha mantenido las muertes por COVID-19 en Australia a menos de mil es insostenible, dijo Greg Dore, médico de enfermedades infecciosas y epidemiólogo del Instituto Kirby de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney, a un panel de Bloomberg. El país necesita superar la complacencia y aumentar las vacunas para alcanzar la “inmunidad a las enfermedades”, donde el SARS-CoV-2 ya no representa una amenaza importante, dijo durante una discusión QuickTake transmitida en vivo por Twitter el jueves.

“Una vez que tengamos una mayor proporción de la población adulta vacunada, proporcionaremos esa inmunidad contra la enfermedad y entonces podremos abrirnos”, dijo Dore. “El virus entrará. Habrá algunos casos. Puede haber algunas personas que se enfermen razonablemente, pero el número de casos con enfermedades graves y el número de muertes será muy pequeño “.

Tal tolerancia contrasta radicalmente con la situación actual, donde el estado australiano de Victoria se encuentra en medio de un bloqueo de dos semanas para eliminar la transmisión del virus en Melbourne por cuarta vez. Había 69 casos activos de COVID-19 hasta el miércoles, según el departamento de salud del estado.

La nación de 26 millones de personas ha registrado poco más de 30 mil casos desde enero de 2020, pero administró solo 4.5 millones de inyecciones de COVID, según Bloomberg Vaccine Tracker .

“El éxito de la eliminación ha llegado con cierta complacencia”, dijo Dore, y agregó que tiene la esperanza de que el brote actual de Melbourne actúe como una llamada de atención y estimule las tasas de inmunización más altas en los próximos meses.

‘Patos sentados’

Hong Kong, Singapur y otras ciudades que han utilizado medidas sociales y de salud pública de manera efectiva para frenar la propagación de COVID también deben mejorar la absorción de la vacuna como un amortiguador contra epidemias localizadas, dijo Jody Lanard, consultora de comunicaciones de riesgo en Nueva York.

“Me preocupa que los países de ‘COVID zero’ sean una especie de presa fácil para que COVID entre”, dijo durante la discusión. “Estoy muy preocupado de que ‘COVID zero’ sea realmente ‘COVID limbo’. Solo estás esperando que suceda algo terrible “.

Los gobiernos deben preparar a sus sociedades para algún nivel de transmisión, dijo. “Tienen que ayudar a la gente a tener sus momentos de ‘oh Dios mío’ antes de tiempo si es posible”.

Cuando habla con sus ciudadanos, el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, recuerda con frecuencia la amenaza de eventos de superpropagación, dijo Lanard.

‘Nueva normalidad’

“Y luego lo hace un poco vívido para que la gente no se sorprenda del todo cuando las cosas van mal”, dijo. “Ayudar a las personas a tener una reacción de adaptación a lo que es probable que suceda ayudará a que las cosas avancen más rápido”.

Las personas que viven en Singapur deben esperar que las pruebas de rutina, a gran escala, rápidas y simples sean parte de una “nueva normalidad” en la que los residentes “aprendan a seguir con nuestras vidas incluso con el virus entre nosotros”, dijo Lee a la nación en una dirección el lunes. “En la nueva normalidad, COVID-19 no dominará nuestras vidas. Nuestra gente estará mayoritariamente vacunada y posiblemente recibirán inyecciones de refuerzo todos los años “.

Apostar por “COVID zero” fue una apuesta que valió la pena para muchos países cuyas políticas se basaron en la intolerancia al coronavirus, dijo Peter Sandman, asesor de comunicaciones de riesgo que trabaja con Lanard.

“Habiendo ganado la apuesta, hay que convencer a la gente de que recoja sus ganancias”, dijo durante la discusión. “La única forma en que pueden cobrar las ganancias es estar dispuestos a vacunarse y abrirse”.

Cuán tolerantes con los casos de COVID están dispuestas a ser las sociedades a cambio de mayores libertades, incluida la posibilidad de viajar al extranjero, debe ser debatido y no decidido exclusivamente por funcionarios gubernamentales y científicos, dijo Sandman.

“Ningún país quiere ser el reino ermitaño del siglo XXI”, dijo.