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Victoria Rodríguez, contra la mayor inflación de dos décadas

Las acciones de la Reserva Federal, en estados Unidos, podrían obligar a la gobernadora del Banco central de México a seguir endureciendo la política monetaria.

La nueva jefa del Banco Central de México, Victoria Rodríguez, que pasó de ser una tecnócrata poco conocida a ser la mujer más poderosa de las finanzas en Latinoamérica, tiene la tarea de controlar el mayor problema de inflación del país en dos décadas. El Presidente Andrés Manuel López Obrador designó en noviembre a Rodríguez, quien como subsecretaria de Egresos supervisó el presupuesto de México de 6.3 billones de pesos. Desde entonces, la inflación ha alcanzado un 7.3 por ciento y la economía esquivó por poco una recesión a finales del año pasado.

“Será un bautismo de fuego”, dijo Ernesto Revilla, execonomista jefe de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda, ahora en Citigroup Inc. “Es un año muy difícil para tomar el timón del barco”.

Rodríguez tiene el desafío adicional de demostrar su valía en un nuevo rol, en tanto que los escépticos ya han expresado su preocupación por su falta de experiencia en política monetaria y la posible interferencia del Gobierno en las políticas del Banco Central, conocido como Banxico.

“Tienes cero experiencia en política monetaria y tu primer trabajo es el puesto más importante del país en materia monetaria, no te queda más que aprender rápido”, señaló Valeria Moy, quien es directora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que es un centro de investigación en política pública ubicado en la Ciudad de México.

Rodríguez, una veterana con más de dos décadas de experiencia en el servicio público, obtuvo una maestría del Colegio de México y se unió en 2001 a la Secretaría de Finanzas del Gobierno de Ciudad de México, cuando López Obrador era jefe de Gobierno. En su momento, organizó una venta de deuda que fue vista como una novedad para las administraciones locales, lo que le permitió trabajar con los mercados financieros. Permaneció en el Gobierno de la ciudad hasta 2018.

La oficina de prensa de Banxico rechazó múltiples solicitudes de una entrevista con Rodríguez para proporcionar comentarios para esta historia.


De igual forma que el Presidente, Rodríguez tiene reputación de tener una mirada “hawk” —expresión en inglés de la jerga de política monetaria para describir economistas con tendencia a abogar por tasas de interés más altas para mantener la inflación bajo control—. Desde que asumió el cargo, el 1 de enero, se ha movido rápidamente para dejar en claro sus credenciales de lucha contra la inflación y eliminar la idea de que está en deuda con un Gobierno que ha criticado a Banxico en el pasado.

La funcionaria ha aprovechado todas las oportunidades en eventos públicos y reuniones internas para repetir los mantras de los banqueros centrales mexicanos: la autonomía del Banco es clave y controlar la inflación tiene prioridad sobre todo lo demás. El mes pasado, en su primera decisión de tasa de interés al mando, Rodríguez tranquilizó a los inversionistas al ponerse del lado de la mayoría de la Junta y anunciar el segundo aumento consecutivo de medio punto porcentual. El mensaje está en línea con las expectativas de que el banco elevará para fin de año la tasa de interés por encima del 7 por ciento a pesar de la debilidad de la economía.

La nueva gobernadora del Banco Central, la primera mujer que ocupa esa posición desde la fundación de Banxico en 1925, tenía reputación de adicta al trabajo en su cargo anterior en la Secretaría de Hacienda y trabaja noches y fines de semana para aprender el cargo, dijo un funcionario del Banco Central que no tiene permitido hablar en público. El personal del Banco ha aprovechado las reuniones para informarla sobre varios temas, incluida la política monetaria, las regulaciones financieras y las operaciones de Banxico, indicó el funcionario.

Lucha contra la inflación

En mayo de 2021, López Obrador comentó que quería un gobernador con una “dimensión social” para Banxico, lo que provocó que muchos se preguntaran si Rodríguez arrastraría al famoso banco conservador en una dirección poco ortodoxa.

Hasta ahora, hay pocas señales de que eso pueda suceder. Cuando se le preguntó sobre el comentario, Rodríguez dijo que la inflación afecta más a los mexicanos más pobres, por lo que esta era otra razón para mantener los aumentos de precios al consumidor cerca de la meta.

“Sabemos que la inflación afecta principalmente a la gente de menores recursos”, dijo Rodríguez el 2 de marzo, defendiendo los esfuerzos del Banco Central para controlar la inflación.

“Con ese compromiso es que estaríamos incidiendo en esta población de menores recursos”. La nueva gobernadora también parece estar motivada por un intento pragmático por controlar la inflación en lugar de la habitual división entre una postura expansiva y una restrictiva que se observa entre los encargados de formular la política monetaria, según otro funcionario de Banxico.

“Llegó y de inmediato nos dijo que no era miembro de ningún partido político”, dijo en una entrevista el subgobernador de Banxico, Jonathan Heath. “Ella siempre ha sido, diría yo, una persona casi del tipo tecnócrata”.

Una antigua compañera de su clase de posgrado recuerda que Rodríguez nunca se comprometió de lleno con una escuela de economía en particular, sino que adoptó un enfoque no ideológico hacia elementos de varias teorías diferentes. La compañera recuerda que después de las clases cenaba con otros estudiantes y se iba sola a un cine de arte mientras sus amigos iban a ver la última superproducción de Hollywood.

Cuando en 2020 la pandemia llevó a la economía a una caída libre, Banxico recortó la tasa de interés en un intento por estimularla, en tanto que López Obrador se negaba a endeudarse más. Con la inflación ahora en más del doble del objetivo de 3 por ciento, Banxico ha recortado ese estímulo con seis aumentos consecutivos a partir de junio, situando actualmente la tasa en 6 por ciento.

Las alzas de tasas han generado críticas por parte de algunos economistas mexicanos que argumentan que están causando un dolor innecesario a una economía que se ha estancado, cuando la crisis inflacionaria es un fenómeno global fuera del control de Banxico.

Cualesquiera que sean sus puntos de vista, Rodríguez podría toparse con un obstáculo adicional en el hecho de que la Reserva Federal de Estados Unidos inició su propio ciclo de ajuste a mediados de este mes. Banxico a menudo ha igualado a su vecino del norte para evitar salidas desestabilizadoras de efectivo de los operadores que ponen dinero en México para aprovechar la diferencia de tasas entre ambos países. Si Banxico, que tiene programada su próxima decisión de tasa el 24 de marzo, permite que la brecha se reduzca, es probable que eso debilite el peso a medida que parte de ese dinero salga.

“Eso no lo va a querer nadie porque esa depreciación puede incidir todavía más en inflación”, dijo Moy de IMCO. Si bien Rodríguez continúa ganando credibilidad entre inversionistas, las acciones de la Fed podrían obligarla a seguir endureciendo la política, lo quiera o no, señaló Moy.

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