Península

Desde Mérida, dan de comer a más de mil por día en Yucatán

Banco de Alimentos de México es una organización que se dedica a recuperar alimentos en buen estado de donaciones de supermercados y restaurantes, para entregarlos a familias pobres.

Son tantos, que llenarían dos veces el parque Kukulkán de beisbol en donde juegan los Leones, pero la tarea obliga a que el número crezca más.

Son 32 mil personas en Yucatán las que cada mes se alimentan gracias a una distribución de 156 mil kilos de alimentos realizada por las personas que trabajan en la oficina y bodega local de BAMX, Banco de Alimentos de México.

Se trata de la única organización en el estado que al margen de las actividades del Gobierno, se dedica por su cuenta y medios propios a la labor de recuperar alimentos en buen estado provenientes principalmente de donaciones de supermercados y restaurantes, para entregarlos a familias en las comunidades más pobres de esta región.

Desde hace casi 25 años en Yucatán inició operaciones este organismo encabezado por su fundador José Trinidad ‘Trino’ Molina Casares, beneficiando a las comunidades más necesitadas.

“Sobra más de lo que hace falta”, expresó Cecilia Canto Espejo, directora general de Banco de Alimentos de Mérida.

El organismo local pertenece a una red de más de 50 bancos de alimentos distribuidos por todo el país.

El centro de operaciones yucateco de esta fundación está ubicado cerca de Kanasín, Yucatán. Este cuenta con las instalaciones, colaboradores y equipo de trabajo más completo.

Destaca el desarrollo en la parte de información para la nutrición, indispensable para balancear cada paquete alimenticio que es entregado a quien lo consumirá. Para ello cuentan con un equipo de 5 nutriólogos que combinan debidamente todas las despensas que serán entregadas.

“Hay veces que nos llegan ciertos alimentos que las personas no saben cocinar o no saben para qué es, por eso, cada vez nos esforzamos más en potencializar la parte de educación alimentaria”, dijo la directora general.

El inicio de un día común en el banco comienza madrugando, cuando los operadores salen de las áreas de operación para rescatar la comida de los diversos supermercados y restaurantes. Al regresar a la base, en donde ya esperan muchos beneficiarios, el trabajo sigue gracias al personal y voluntarios, que logran la realización de entrega las despensas que llegan tanto a instituciones como las comunidades que son parte de esta organización.

El Coneval en su estudio de medición de pobreza 2008 a 2018 resalta que la pobreza en Yucatán disminuyó 6.2 puntos porcentuales al pasar de 47 a 40.8 por ciento. Sin embargo, los indicadores de carencias sociales, en este caso el acceso a la alimentación, subió de un 16.2 en 2008 a 19.4 por ciento en 2018.

Con afán de reducir la carencia alimentaria, el equipo de colaboradores, directivos y voluntarios, hacen un llamado a la acción al pedir que las personas sean parte de este proyecto con donaciones y cualquier forma de ayuda; en estos tiempos de pandemia se reforzó aún más esta disposición de todas las alianzas que son parte del proyecto y que abrieron más puertas en cuestión crecimiento.

“Para poder crecer es indispensable tener donaciones; qué más quisiéramos que ayudar a todas las personas en carencia alimentaria, pero hay que ver cómo hacernos de ese alimento que sobra en estado, para poder darlo de la manera más igualitaria”, dijo Cecilia Canto.

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