OSLO.- La comisionada del Cambio Climático de la ONU, Christiana Figueres, pidió a la industria del petróleo y el gas un cambio radical hacia un futuro limpio y bajo en emisiones de carbono.
Si la industria quiere, advirtió Figueres, evitar el riesgo de tener que dejar tres cuartas partes de las reservas de hidrocarburos bajo tierra, debe haber una "transformación urgente" que se encamine hacia una producción más verde.
"El tiempo para experimentos, para cambios marginales y para una respuesta condicional ha terminado", dijo Christiana Figueres a la Asociación Internacional de Conservación Ambiental de la Industria Petrolera (IPIECA, por sus siglas en inglés) en un discurso en Londres.
Limitar el calentamiento global a un techo acordado por la ONU "significa que tres cuarta partes de las reservas de combustibles fósiles deben permanecer bajo tierra, y que los combustibles fósiles que llegamos a usar deben ser utilizados con moderación y responsabilidad", dijo la representante.
Las declaraciones de Figueres se dan luego de que el lunes un grupo de destacados científicos advirtieran que el cambio climático causaría daños en suministros de alimentos, desaceleraría el crecimiento económico y agravaría las causas subyacentes de conflictos armados.
Las firmas de petróleo y gas dicen que estar efectuando acciones para hacer frente al calentamiento global al enfocarse, por ejemplo, en la eficiencia de la energía y las tecnologías de bajas emisiones de carbono.
En un informe sobre los riesgos del cambio climático presentado el 31 de marzo, Exxon Mobil dijo que todas las fuentes de energía, entre ellas los combustibles fósiles, deben ser explotadas para satisfacer la creciente demanda mundial.
Fuigues ha criticado a la industria de combustibles fósiles para promover fuentes renovables, como la energía solar y eólica. En noviembre llamó a la industria del carbón a poner en marcha cambios drásticos y limitar emisiones.
Figueres dijo que las firmas petroleras deberían informar sobre los riesgos en sus negocios después de que los gobiernos acordaran en el 2010 contener el calentamiento a menos de 2 grados centígrados por encima de los niveles registrados en la época preindustrial, temperaturas que se encaminan a superar ese techo.