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Terremoto en Siria: Hay poca ayuda humanitaria y cae la esperanza de rescatar sobrevivientes

El terremoto sacudió Siria en el peor momento de la crisis de más de 12 años que lleva el país por conflictos internos.

En Siria se contabilizan mil 832 personas y otras 3 mil 849 heridas tras los sismos que sacudieron al país junto a Turquía.

Una de las problemáticas más grandes que enfrenta el país es la ayuda humanitaria, ya que en su mayoría esta se ha volcado hacia Turquía mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) trabaja a contrarreloj para coordinar la llegada de apoyo al país, que lleva años en medio de una guerra.

La provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor del país, y partes de la vecina Alepo, también fuera del control de Damasco, son las zonas de Siria más cercanas al epicentro del terremoto, que además ha afectado a provincias en manos del Gobierno de Bachar al Asad.

Siria lleva en guerra desde hace casi doce años y ya sufría una grave crisis humanitaria antes del temblor.

Claves para entender la situación que vive Siria antes y después del sismo

El terremoto llega en el peor momento

El terremoto golpea Siria en momentos en que el país ya vivía su peor crisis humanitaria desde el inicio de la guerra y estaba sumido en una grave depresión económica.

Para más inri, las ayudas internacionales para la población habían disminuido en gran medida en los últimos dos años.


La ONU estima que el 90 por ciento de los sirios residentes en el país viven en la pobreza casi doce años después de estallido de las revueltas populares contra Al Asad y el posterior inicio de un conflicto armado, que sigue activo aunque la violencia ha decaído desde comienzos de 2020.

Además, alrededor del 70 por ciento de la infraestructura del país, incluidos hospitales y clínicas, está destruida, mermando la capacidad de respuesta ante desastres como el ocurrido esta madrugada.

Las zonas en manos del Gobierno han venido sufriendo en los últimos meses una grave escasez de combustible, lo que esta mañana llevó al Consejo de Ministros a incluir el aprovisionamiento de carburantes en su lista de medidas urgentes para garantizar el desarrollo de las labores de rescate.

Más de 3 millones de desplazados dependen de la ayuda humanitaria en Siria

En el caso de Idlib y las zonas opositoras de Alepo, la situación es especialmente preocupante, ya que allí residen 4.6 millones de personas, en su mayoría dependientes de la ayuda humanitaria y casi 3 millones de ellas desplazadas por el conflicto armado.

Muchas de estas personas residen en tiendas en campamentos para desplazados, lo que podría haber salvado a algunas de ellas de ser aplastadas en derrumbes. Sin embargo, muchas otras viven en asentamientos o integradas en las comunidades locales, donde las estructuras de algunos edificios estarían debilitadas con anterioridad por los bombardeos y ataques terrestres que todavía sacuden la región de tanto en tanto pese al alto el fuego decretado en ella hace tres años.

Las áreas opositoras del noroeste de Siria reciben ayuda humanitaria casi exclusivamente a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, que une Idlib con Turquía, y muchas ONG que las sirven tienen su base de operaciones en Gaziantep, en la zona turca más afectada por el seísmo.

Solo habrán 7 días para rescatar a personas atrapadas en escombros

Solo hay una ventana de siete días para rescatar a las personas que han quedado sepultadas bajo los escombros, dijo este martes un representante de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, la primera que actúa en casos de desastre.

Esta estimación es resultado de innumerables operaciones de rescate en el mundo, aunque siempre puede haber excepciones y que las víctimas soporten un poco más de tiempo, comentó el portavoz de esa entidad, Jens Laerke, al hacer un primer balance del coste humano de la tragedia.

Pasado un día y medio del seísmo inicial, con epicentro en el sureste de Turquía, las esperanzas de encontrar supervivientes en Siria se van desvaneciendo con el paso de las horas tanto en las áreas controladas por el Gobierno de Bachar al Asad como en las zonas en manos de la oposición, las más cercanas a la frontera turca.

“El tiempo se está agotando, cientos de personas continúan atrapadas bajo los escombros. Cada segundo puede salvar una vida”, alertaron los Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera en las áreas de Siria en manos de la oposición y que está liderando las operaciones en las provincias de Idlib y Alepo (noroeste).

La ayuda es limitada en Siria

El ministro del Gobierno Interino, un órgano creado por la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora en el exilio, destacó que Idlib y Alepo precisan ayuda para “todos” los centros médicos y para los equipos de rescate, además de albergues y alimentos para los afectados.

Con la excepción de envíos puntuales desde las áreas de Damasco, estas regiones solo pueden recibir ayuda humanitaria a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, que une el último bastión opositor del país con Turquía y que además ha sufrido daños a causa de los terremotos.

El portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke, anunció hoy en Ginebra que el cruce está impactado “en términos de estructura física, pero el personal local y los contratistas sobre el terreno también se han visto directamente afectados” por la tragedia.

Por otro lado, sí han llegado hoy a las áreas controladas por el Gobierno de Al Asad al menos dos aviones iraquíes, uno iraní, uno argelino y uno ruso cargados con alimentos, suministros y personal de emergencias para ayudar a los afectados por la catástrofe.

El director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Mediterráneo Oriental, Ahmed al Mandhari, denunció hoy que no hay que esperar a “eventos trágicos” como los terremotos para recordar la situación en Siria, que ya no venía recibiendo ni la mitad de la financiación requerida.

Con información de EFE.

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