Pebbles, una pequeña Toy Fox Terrier de aproximadamente 2 kilogramos, obtuvo el galardón del perro más longevo del mundo, según ha certificado el Libro Guinness de los récords, con una edad de 22 años y 70 días.
Bobby y Julie Gregory, dueños de la pequeña Fox Terrier, que viven en Taylors, Carolina del Sur, se dieron cuenta que su mascota podría competir por el título cuando un grupo de amigos y familiares los alertaron. “Bobby estaba sentado en el sofá y empezó a recibir mensajes de texto y llamadas sobre una historia que vieron sobre un perro de 21 años que obtuvo el récord”, explicó Julie a la organización del récord guinness.
La familia de Pebbles, quien nació el 28 de marzo del 2000, originalmente esperaba adoptar un perro de raza grande; sin embargo, cuando vieron por primera vez al cachorro de tamaño de bolsillo decidieron tenerloy ya que no dejaba de seguir a Bobby.
“Fue amor instantáneo en el momento en que los dos se conocieron”, continuó Julie.
Desde aquel día, Pebbles ha sido la reina de su hogar y, aunque a veces puede ponerse un poco irritable al despertarla, la pequeña mascota suele tener un comportamiento tranquilo y cariñoso, aseguran sus dueños.
A pesar de su edad, la rutina de Pebbles es muy sencilla, pues se despierta, come y bebe algo antes de quedarse despierta toda la noche. Aunque la perrita normalmente no juega con juguetes, llena su día con algunas otras actividades. “Pebbles no tiene un juguete favorito, pero le encanta acurrucarse debajo de las mantas”, aseguró su dueña a la organización.
La pequeña perrita, desafortunadamente enviudó en 2017 después de que su “esposo” Rocky, de 16 años, también un Toy Fox Terrier, falleciera. Ambos perros tuvieron 24 cachorros juntos en tres camadas diferentes.
“Rocky se arregló porque sentimos que no era saludable para Pebbles tener más camadas”, dijo Julie.
En 2012, su veterinario la puso en una dieta de comida para gatos, que se dice que es mucho más rica en proteínas a base de carne que la comida para perros, para conservar su estado de salud. Aunque la comida de la mesa suele ser demasiado rica y grasosa para los caninos, la familia Gregory a veces le tira un hueso a su pequeña mascota.
“De vez en cuando, se cuela una hamburguesa o un perrito caliente”, aseguró Julie.