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Japón analiza reabrir fronteras, pero solo a negocios y estudiantes

Por el momento, el país asiático declaró que no se permitirá el acceso a turistas por temor a elevar el número de contagios de COVID-19.

Japón revisará sus restricciones fronterizas, confirmó este martes el ministro portavoz del Gobierno, Hirokazu Matsuno, para permitir más viajes de negocios y la entrada de estudiantes, aunque las visitas turísticas permanecerán vetadas.

Matsuno confirmó los planes de flexibilizar gradualmente las entradas al país a raíz del descenso de contagios de coronavirus en el territorio, aunque hizo hincapié en la necesidad de mantener cierto nivel de precaución para evitar un repunte de las infecciones.

El portavoz gubernamental, que no ofreció detalles sobre cuál será exactamente la relajación de medidas, se refirió a este asunto al ser preguntado en su rueda de prensa diaria por unas informaciones al respecto adelantadas horas antes por el diario Nikkei.

Según dicho medio, Japón tiene previsto abrir sus fronteras a viajes de negocios de corta duración, estudiantes y participantes de su programa gubernamental de formación técnica, que en la mayoría de los casos llevan más de un año varados en el exterior.

El Gobierno japonés tendría previsto anunciar las revisiones esta misma semana, con vistas a aplicarlas este mes de noviembre.

Además de permitir un mayor número de entradas diarias en el país, que de momento permanecería cerrado al turismo, la flexibilización incluiría un recorte del período de cuarentena para los visitantes de negocios que estén vacunados, según Nikkei.

La cuarentena estándar en Japón son 14 días, de los cuales al menos tres deben pasarse en instalaciones designadas por el Gobierno si se procede de países con presencia de cepas altamente contagiosas como la delta.

Aquellos que llegan a Japón vacunados pueden actualmente reducir los días a diez si cumplen ciertos requisitos, entre ellos presentar a las autoridades pruebas PCR adicionales.

El Gobierno baraja ahora acortar este período a tres días para los llegados en viajes de negocios, siempre y cuando las empresas y organizaciones de las que dependan vigilen y den cuenta de sus actividades, de acuerdo al citado diario.

Japón mantiene vigente un cierre efectivo de fronteras para todo el mundo y sólo permite la entrada de sus nacionales y residentes, con algunas excepciones que las autoridades estudian caso a caso.

Unos 370 mil extranjeros permanecían a la espera de poder entrar en el país a principios de octubre por las restricciones, de los que en torno al 70 por ciento eran estudiantes o participantes del mencionado programa gubernamental, según Nikkei, cuyas instituciones y empresas implicadas llevan meses pidiendo su entrada.


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