Debido a que durante los últimos trimestres consecutivo Gruma ha mantenido indicadores crediticios sólidos consecutivos, incluyendo una razón deuda neta a Ebitda ajustada por S&P Global Ratings inferior a 1.5 veces, ésta subió sus calificaciones de la empresa y dijo que la perspectiva es estable.
“Elevamos nuestra calificación crediticia de emisor de largo plazo de Gruma y nuestras calificaciones a nivel de emisión de sus notas senior no garantizadas a ‘BBB+’ desde ‘BBB’”, indicó S&P.
“En nuestra opinión, Gruma debería ser capaz de preservar la deuda neta a EBITDA ajustada por S&P Global Ratings por debajo de dos veces gracias a su oferta de productos resiliente a los ciclos económicos, posiciones líderes de mercado en categorías clave, diversificación de productos y geográfica, y lo más importante, su compromiso con una política financiera prudente”, explicó.
Añadió que la perspectiva estable refleja sus expectativas de que durante los próximos 24 meses la compañía mantendrá la deuda neta ajustada por S&P a EBITDA por debajo de dos veces, proporcionando un colchón contra una demanda más débil de lo esperado y costos de insumos volátiles.
“Anticipamos que las métricas crediticias de Gruma se mantendrán sólidas en los próximos años, lo que refleja el resiliente desempeño operativo de la compañía y su prudente compromiso con la política financiera”, indicó.
Comentó que si bien las tendencias de consumo son actualmente débiles en los Estados Unidos y México, la competencia es feroz y han visto efectos cambiarios desfavorables al menos en el primer semestre de 2025 en comparación con 2024.
“Esperamos que los volúmenes e ingresos consolidados de Gruma en términos de dólares estadounidenses se mantengan estables o crezcan dos por ciento y una caída de tres por ciento a un alza de tres por ciento durante los próximos dos años”, señaló.
Dijo que también espera que los precios de las principales materias primas de Gruma se mantengan relativamente favorables durante los próximos dos años, lo que respalda su expectativa de un EBITDA cercano a los 1.1 mil millones de dólares en 2025 y 2026.
Lo anterior, sumado a su opinión de que la compañía se comprometerá con una política financiera disciplinada con respecto a la asignación de capital y el uso de deuda, debería mantener la deuda neta ajustada a EBITDA por debajo de dos veces de forma sostenida.




