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En las últimas semanas el peso mexicano ha perdido terreno frente al dólar, superando el techo de los 17 pesos.
El columnista Enrique Quintana explica que existe la visión popular de que el bajo precio del dólar es un resultado positivo para la economía y, en caso contrario, la depreciación del peso frente al dólar es una mala noticia.
Enrique Quintana considera que hay ganadores y perdedores con el fortalecimiento del peso y enlista a algunos de cada caso.
Los ganadores con el superpeso
En el caso del presidente, “AMLO retomó, sin decirlo, aquella frase atribuida a José López Portillo, que decía que un presidente que devalúa se devalúa”, indica el columnista.
Uno de los problemas relacionados con el presidente es que si la canasta básica, o sus productos esenciales, se han disparado, a un sector de la población ya no le importa que el peso esté fuerte si con sus ingresos ya no les alcanza para cubrir sus necesidades.
En el ámbito político se relaciona con la idea de que un presidente que mantiene el peso fuerte es un presidente fuerte.
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“Un peso que se aprecia es un factor que ayuda a mantener el control de la inflación, en la medida que abarata los precios de los productos importados, algo positivo para el objetivo del Banco Central, que sufriría más con un peso débil”, explica el columnista.
Otros beneficiados son Pemex y el gobierno, el primero debido al bajo costo en la compra de combustibles y el segundo, por el menor costo de obligaciones en dólares.
Los perdedores con el superpeso
Entre los afectados están los exportadores debido a que la mayor parte de sus costos son en moneda nacional.
Lo ocurrido durante los últimos meses reduce de forma considerable la rentabilidad de los productos que venden al exterior. Por ejemplo, aguacate, carne o tequila.
Enrique Quintana explica que las familias que perciben ingresos por remesas también pierden de forma considerable debido a que cuando el dólar estaba por arriba de los 20 pesos, recibían aproximadamente 2 mil pesos por cada 100 dólares. En cambio, con el dólar a 17.95 reciben mil 795 pesos, lo cual significa una pérdida de 10 por ciento.
Los hoteleros y proveedores de servicios turísticos cotizan sus tarifas en dólares. Ahora, los dólares que reciben equivalen a menos pesos.
“Fallaron los que anticipaban desde hace años una devaluación inminente, pero también pueden fallar los que piensan que el dólar barato es una realidad que no puede cambiar”, puntualizó el columnista.
La realidad es que para mucha gente, un peso fuerte no genera ni preocupación ni percepción de riesgo entre la población, asegura Enrique Quintana.