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Caer en deudas no es el fin del mundo

Aún en esas circunstancias se puede generar una estrategia para no deteriorar el historial crediticio.

La Secretaría de Hacienda estima que la pandemia dejó sin empleo a 12.9 millones de personas, de las cuales un millón laboraban en la formalidad y el resto en la informalidad.

Por fortuna, ya se han recuperado 12 millones de plazas.

Otras 4.1 millones de personas que a la fecha conservan un trabajo formal sufrieron un recorte salarial de entre un 20 a 30 por ciento.

Muchos de ellos tenían algún crédito automotriz, hipotecario, con tiendas departamentales o debían a las tarjetas de crédito. Los más afortunados o previsores, que contaban con ahorros pudieron pagar o reestructurar sus mensualidades. Pero otros de plano no lograron hacer frente a sus obligaciones.

Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera de Citibanamex, expresa que aún en estas circunstancias difíciles se puede armar una estrategia para no deteriorar el historial crediticio, pero si ya fue imposible pagar por unos meses la deuda y se cayó en morosidad o impago también hay caminos para reconstruir la reputación ante las instituciones financieras.

El experto agrega en entrevista que si una persona ya no pudo pagar su deuda por algunos meses, lo única forma en que se puede reconstruir un buen historial crediticio es poniéndose al corriente en cuanto consiga ingresos y en lo sucesivo tratar de cumplir puntualmente con las mensualidades, por lo menos con un monto por encima del pago mínimo.

Para evitar caer en cartera vencida también se puede hacer una consolidación de deudas. Si alguien tiene dos tarjetas de crédito se puede cancelar una y quedarse con la más barata, la que cobre la menor tasa de interés y anualidad.

“Si alguien se queda sin trabajo y tiene un crédito hipotecario puede activar el seguro de desempleo y luego acercarse al banco a renegociar el plazo para pagar su deuda a mayor plazo, a 20 años por ejemplo. También se puede acercar a otro banco para que liquide su deuda con su banco original y negocie un cambio de condiciones de su deuda, por ejemplo, para ampliar el plazo de pago. A esto se llama refinanciar la deuda”, refiere.

Manuel Montellano, presidente de la Comisión de Negocio Crediticio de la ABM, dijo que “si una persona o empresa se encara a una situación de falta de liquidez es importante acercarse a su banco y hablar con transparencia de su problema; como cuando se va con el doctor, se tiene que informar que es lo que le duele, mostrar su información, de ingresos o estados financieros, para que se pueda hacer una reestructura”. Entre mejores garantías se ofrezca se lograrían mejores condiciones de reestructura.

Laura Iturbide, directora del Instituto de Desarrollo Empresarial de la Universidad Anáhuac (IDEA) expresa “que quienes cayeron en un impago en el Buró de Crédito, enfrentan una fea situación, pero tampoco es el fin del mundo”.

Recomendó tratar de salir lo más pronto posible de un impago y no hacerlo un vicio recurrente.

“Hay opciones crediticias en el mercado, donde dicen que no checan Buró de Crédito, simplemente hay que verificar que estas agencias financieras estén dadas de alta en la Condusef y en la CNBV para no ser objeto de fraude”, recalca.

Lo que no se debe hacer

Ordaz enfatiza que hay que tener cuidado de no ser víctima de fraude, “hay instituciones o personas que abusan y afirman que te pueden borrar del Buró, eso no se puede hacer, no se debe pagar a nadie, más bien se puede tratar de una estafa, es lo primero que no debemos hacer”.

Regresar al orden

  • Se deben clasificar todas las deudas y ver cuál es el pago mínimo.
  • Paga primero la deuda más cara que es la que cobra el mayor interés.
  • No abras muchos créditos para no perder la salud con estrés por pagos.
  • El historial se construye pagando de forma puntual y más de los mínimos.

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