Mercados

Peso argentino cae y buscan ponerle piso

El banco central ofreció el lunes 5 mil millones de dólares a 25 pesos por unidad y solo le tomaron 500 mil dólares.

El peso argentino cayó a un mínimo histórico mientras el banco central cambia su estrategia para proteger la moneda y luego que el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijera que no establecerá ninguna meta para el tipo de cambio como condición para un acuerdo de derecho de giro.

El peso cayó ayer 7.8 por ciento a 24.97 por dólar en Buenos Aires, acumulando este año un descenso del 25 por ciento, el peor desempeño en los mercados emergentes. El banco central ofreció cinco mil millones de dólares a 25 pesos por dólar en la apertura de las operaciones a las 10 a.m. Solo se compraron aproximadamente 500 mil dólares a ese precio.

"Están tratando de establecer un piso para el peso", dijo Juan José Ciro, gerente de Finanzas de Banco CMF, un banco local en Buenos Aires. "Es un piso bajo, pero finalmente un piso". El mensaje es que para aquellos que quieren dólares, está bien, pero va a costarles".

El banco central estaría intentando reducir la volatilidad en los mercados al enviar una señal a los operadores de que el peso puede caer, pero hay un límite, de acuerdo con una persona con conocimiento directo del tema. Esa es una desviación de la estrategia desde abril, bajo la cual ha gastado más del 10 por ciento de sus reservas para contener la depreciación. El banco central tiene previsto realizar una subasta el martes en la que quiere vender hasta 30 mil millones de dólares en letras para refinanciar antes de que expiren el miércoles.

Un portavoz del FMI dijo que el banco multilateral respalda un tipo de cambio flotante en Argentina y no establecerá metas en pesos como condición para una línea de crédito actualmente en negociación. El directorio del FMI se reunirá el viernes para analizar la solicitud de Argentina para un acuerdo de derecho de giro.

El presidente estadounidense Donald Trump dijo a Mauricio Macri el lunes que apoya la decisión de recurrir al FMI, señaló la oficina de Macri en un comunicado.

La caída del 25 por ciento del peso este año ha generado una venta masiva en todos los activos argentinos, desde deuda a los mercados de acciones que ha obligado a compañías a posponer ofertas públicas iniciales (OPI) y ventas de bonos.

El banco central respondió con tres sorpresivas alzas de tasas desde mediados de abril, elevando la tasa clave al nivel más alto del mundo. El gobierno dijo que reducirá el déficit fiscal primario al 2.7 por ciento del PIB desde una meta anterior del 3.2 por ciento.

A pesar de las alzas de tasas y de la nueva meta, el mercado del peso tuvo su peor semana desde diciembre de 2015.

Surgieron preguntas sobre la estrategia de comunicación del gobierno y la capacidad para controlar la inflación, que ya superó la meta del 15 por ciento. Macri anunció que Argentina estaba recurriendo al FMI el martes de la semana pasada. El peso siguió debilitándose.

Los inversionistas están empezando a ver la subasta del martes de las letras del banco central, o Lebacs, como una prueba clave para la demanda de los valores. El rendimiento de las letras de mayo que vencen el miércoles subió 80 por ciento la semana pasada, una señal de que el apetito por los bonos está disminuyendo y podría poner en riesgo la venta del martes.

El banco central intervino y ahora la tasa ha caído al 49 por ciento, según datos de Bloomberg. El rendimiento en junio cayó a alrededor del 41 por ciento.

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