Food and Drink

Café Budapest: Un viaje al pasado con postres austrohúngaros en la CDMX

Budapest Café Cukrászda es un lugar temático especializado en postres austrohúngaros, si el exterior anuncia un viaje a tierras lejanas, su interior nos lleva a lo más íntimo de una historia familiar.

En la colonia Condesa de la Ciudad de México hay un lugar que parece un portal en el tiempo hacia un lugar muy lejano en Europa; es llamativo desde su entrada, donde hay platos de cerámica con letras grabadas que dibujan una palabra húngara: Cukrászda, significa confitería.

Budapest Café Cukrászda es un lugar temático especializado en postres austrohúngaros, herencia repostera de Gabriela Biringer, mexicana e hija de personas húngaras que llegaron a México tiempo después de la Segunda Guerra Mundial.

Si el exterior anuncia un viaje a tierras lejanas, su interior nos lleva a lo más íntimo de su historia familiar, entre antiguas fotografías de sus antepasados, juegos de té, antigüedades y demás.

El trayecto más interesante se emprende en sus peculiares recetas transmitidas por generaciones desde Austria-Hungría, un antiguo y diverso territorio. Las preparaciones son únicas, incluso hay algunas que no se hacen con harina de trigo, como se acostumbra en otros tipos de repostería.

Anteriormente el café estaba en Polanco, aunque desde 2018 forman parte de los lugares emblemáticos de la Condesa.

El sabor del pasado

Aquí el dulce camino hacia la nostalgia se saborea con pasteles y todo se sirve en vajillas húngaras, hasta te puedes encontrar con mancerinas.

Uno de los más pasteles más populares es el Sacher, preparado con nuez molida, chocolate, cubierto de chabacano y más chocolate; también el Dobostorta, en capas, relleno de crema de cacao y craquelado de caramelo.

En su menú tienen su versión del clásico strudel de manzana, preparación que se inventó en Hungría, así como tartas y pays.

Entre la diversidad de galletas para acompañar el té con mermeladas hechas en casa hay Besos de Soldado, con mermelada de chabacano y almendra; csillag linzer, con pasta linzer en forma de estrella, también con mermelada de chabacano; karika ischler, aro de pasta ischler relleno de Nutella con avellanas y cubierto de chocolate amargo; o bien, puszik (merengues).

Hay opciones saladas como bagel con trucha salmonada, queso crema y alcaparras; palacsinta (crepas), uno de los favoritos de las personas húngaras, con queso de cabra, sun dried tomatoes, tres quesos o queso feta con espinacas; quiche de brócoli, espinaca o champiñones; incluso preparan empanadas con chimichurri.

Para beber, hay té o infusiones diversas, desde manzanilla, rooibos hot coco o floral, con cerezas silvestres, tropical, hasta pink chamomile.

Lo que no debes perderte son dos de sus bebidas clásicas: el café turco, un sabor fuerte y concentrado preparado en cafeteras especiales de cobre y servido en pequeñas tazas de cerámica; así como el café vienés, con crema batida y un toque de Budapest.


También lee: