Una de las 121 propuestas de la Agenda Digital Nacional (ADN), encabezada por organismos de la industria, busca que se acelere la modernización en la que la tecnología de telecomunicaciones móviles, específicamente bajo la migración de tecnología 2G a 3G.
Entre las opciones que la industria contempla están el desarrollo de un plan similar al 'apagón analógico' que se ejecutó en 2015 para migrar a la Televisión Digital Terrestre (TDT), pero que en lugar de televisores por hogar, se entregue teléfonos celulares con tecnología 3G a las personas de menores recursos.
Sin embargo, expertos del sector de telecomunicaciones consideran que esta posibilidad es inviable porque no se han puesto sobre la mesa los costos que podría implicar la entrega de dispositivos por persona contra la entrega de un televisor por hogar, a lo que se suma la falta de despliegue de redes 3G en algunas zonas remotas del país.
Jesús Romo, analista de Telconomía, considera que este esquema resulta muy vulnerable desde la perspectiva de política pública, dado que no va a reflejar métricas claras de aprovechamiento.
"Al ser un subsidio para individuos, va a ser muy difícil poner un 'tope' e identificar a la población neta. Peca de una visión muy antigua, de sólo facilitar el equipo; y de entrada, el esfuerzo debería ser apostar por las tecnologías disponibles más actuales como 4G o 4.5G", comentó.
En ese sentido, apuntó que además de que no se puede medir el beneficio de dar terminales, la idea del proyecto debe partir de los incentivos que puede generar comprometer la agenda pública para que los operadores del sector tengan cobertura de red y cobertura comercial que genere sinergias y beneficios para el usuario.
Por su parte Víctor Pavón Villamayor, presidente de Oxford Competition Economics, indicó que aunque la propuesta de la industria parece positiva, es esencial que defina el plan de financiamiento para ejecutarlo, a fin de conocer si será bajo financiamiento público, privado o una combinación de ambos.
"A diferencia de un televisor, que es un bien duradero; un teléfono móvil tiene un incremento en el costo, y la gran pregunta desde la perspectiva de instrumentación de la política pública es que se pueda dar una terminal 3G", señaló.
En esa línea, el experto agregó que el objetivo debe estar centrado en evitar enfrentar el costo negativo tanto para el mismo plan como para la población.