Si Estados Unidos impone aranceles a la importación de coches y sus autopartes hechas en México, como lo propuso en campaña Donald Trump, virtual presidente de Estados Unidos, pondría en riesgo la capacidad atractiva de México para captar nuevas inversiones del sector automotriz, además de que reconfiguraría los planes de manufactura actuales, dijeron expertos.
"La imposición de un arancel de 35 por ciento (como lo comentó Trump en uno de sus discursos en contra de Ford) elevaría el precio de un auto dejándolo fuera de mercado, nadie compraría un auto así, se buscarán alternativas de mercado", indicó Mauricio Kuri, especialista del sector automotriz.
Los analistas descartaron que se cancele el TLCAN, pues la correlación económica que hay entre México, Canadá y Estados Unidos es muy alta. Sin embargo, cambios a las condiciones actuales como aplicar impuestos o tarifas, impactará la relación bilateral.
Datos de la AMIA destacan que 77 por ciento de los vehículos que se exportan a otros países tienen como destino Estados Unidos, mientras que en autopartes el porcentaje llega al 80 por ciento.
"La campaña electoral en Estados Unidos ha concluido y es deseable que las acciones del futuro presidente Trump estén fundamentadas en promover los intereses de Estados Unidos. En ese sentido, muy probablemente veremos una actitud más moderada del futuro mandatario cuando asuma el cargo. Sin embargo, México debe estar preparado para negociar con firmeza y buscar alternativas en otras regiones", comentó Guillermo Rosales, director general adjunto de la AMDA.
Brais Álvarez Gallardo, analista de la práctica automotriz de J.D. Power México, indicó que las condiciones comerciales actuales planeadas por las armadoras que ya han realizado una inversión importante en el país tendrían que cambiar si se imponen aranceles a los vehículos.
De lo contrario, consideró, habría un impacto negativo en las expectativas y condiciones del mercado.
