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La inflación es la ‘pesadilla’ de las hipotecarias para venta de vivienda

El alza de hasta 23% en los costos de la construcción repercutirá en el encarecimiento de las unidades.

La inflación y el alza en las tasas de interés se han convertido en una pesadilla para los desarrolladores de vivienda y el sector hipotecario, quienes observan una desaceleración en la colocación de créditos, pérdida de confianza en el consumidor y menos producción de obras.

Enrique Margain Pitman, director ejecutivo de Crédito Hipotecario en HSBC dijo a El Financiero que una alta inflación de 7.8 por ciento al cierre del 2022, incrementos en la tasa de interés ponderada de adquisición y el alza de hasta 23 por ciento en los costos de la vivienda, han impactado la decisión de compra de vivienda de los mexicanos.

“Desde octubre del 2022 se ha venido ralentizando la colocación de créditos hipotecarios, en los organismos públicos de vivienda lo que vimos fue una disminución de la colocación a octubre de cerca de un 18 por ciento en número de créditos y más o menos de un 8 por ciento en monto”, dijo.

Destacó que, la banca comercial, en los últimos 12 meses ha financiado cerca de 153 mil créditos por 280 mil millones de pesos.

En el caso de HSBC, Margain informó que durante el año pasado el banco colocó cerca de 23 mil hipotecas por alrededor de 36 mil 500 millones de pesos.

En contraste, el Infonavit cerró el 2022 con 359 mil 849 créditos hipotecarios y no hipotecarios otorgados, una caída de 32.2 por ciento anual. En tanto, el monto total financiado sumó 218 mil 448 millones de pesos en 2022, una reducción de 7 por ciento anual.


“Ha bajado la producción de vivienda social en el país porque el costo de la producción, el costo para los desarrolladores de poner infraestructura realmente no da para poder construir en los valores que se requiere y ahorita mucho de lo que se fomenta es la autoproducción”, señaló Margain.

La pandemia y los efectos de la inflación en la industria han encarecido hasta en doble dígito los precios de la vivienda para desarrolladoras como Ara, Cadu, Javer, Ruba, Vinte y Sadasi, entre otras, lo que traerá una desaceleración en las ventas y la producción residencial, principalmente en los segmentos más bajos o de menores ingresos.

“Sólo el 4 por ciento de la población mexicana tiene un crédito hipotecario, ¿dónde está el otro 96 por ciento, que sin duda vive en casas? Me parece que tenemos una responsabilidad, no sólo como industria hipotecaria, sino como banca en general. Tenemos el reto de bancarizar a esa población; en Chile más del 70 por ciento de la población está bancarizada, en México poquito arriba del 20 por ciento”, lamentó Paulina Prieto, vicepresidente de Crédito Hipotecario y Automotriz de Scotiabank, para facilitar el acceso a financiamiento.

Destacó que el desarrollador se salió de construir viviendas económicas porque no tiene estímulos ni subsidios.

“Malamente se cree que el desarrollador gana unos márgenes brutales con esa vivienda y es donde se debe ser súper cuidadoso en los procesos de construcción. Nosotros estamos interesados en entender esas economías mixtas”, dijo.

En 2022 Scotiabank colocó alrededor de 55 mil millones de pesos, donde la vivienda media representó la mayor proporción y la económica representa entre el 5 y el 7 por ciento del portafolio.

Los especialistas consideran que en este 2023 será muy parecido al año pasado en colocación y producción de vivienda, con poco crecimiento debido a los altos costos, la inflación y las tasas de interés, mismas que aún esperan algunos ajustes hasta finales del año antes de mostrar una tendencia a la baja.

“Yo creo que 2023 se va a parecer mucho (al 2022), no veo todavía las condiciones para que esto mejore, me refiero a que se produzca más vivienda. La vivienda media va a seguir muy bien, para que la situación de la vivienda social cambie, necesitamos cambiar los desarrolladores, gobiernos, los organismos de vivienda, los bancos y no se ha visto aún esta cohesión”, comentó a parte Rodrigo Padilla, director general del BIM.

Eduardo Reyes Smith, director general adjunto de Desarrollo de Productos de Banorte, una institución que cerró el año pasado con más de 23 mil créditos con una derrama de 58 mil millones de pesos, destacó que, entre los principales retos está el estimular la promoción de la vivienda económica y facilitar el acceso a créditos.

Para este año, agregó, la institución espera aumentar hasta 60 mil millones de pesos o más la colocación de hipotecas.

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