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Tic toc... Aerolíneas cargueras tendrán hasta julio para salir del AICM

Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transportes, remarcó que las aerolíneas ya sabían que el Gobierno buscaba hacer una migración al AIFA.

El anteproyecto para suspender las operaciones de carga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) tomará forma de decreto y se prevé que para julio, ninguna línea aérea que movilice exclusivamente mercancías pueda operar en ese puerto aéreo, adelantó Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transportes.

En entrevista para El Financiero, el funcionario indicó que las aerolíneas cargueras estaban enteradas de los plazos en los que se haría la migración e incluso algunas de ellas estuvieron de acuerdo con la publicación de un decreto que estableciera las bases para llevar a cabo la salida del aeropuerto capitalino.

El sector está avisado desde hace más de un año, desde que estaba en construcción, incluso, había ido el general Gustavo Vallejo y luego Isidoro Pastor a planteárselo. En mayo (del año pasado) cuando sacamos la posibilidad del decreto, que todo el mundo se echó para atrás, en ese momento inclusive se sacó porque ellos sugirieron (las aerolíneas) sacarlo para que todas jalaran. Tampoco es que esto sea algo improvisado, desde aquella vez dijeron que sí”, reveló Jiménez Pons a este medio.

Aunque las líneas aéreas cargueras han asegurado que se llevaron a cabo múltiples reuniones con la autoridad para explorar la posibilidad de migrar operaciones desde el AICM a otros aeropuertos, lo que ha generado reticencia es el periodo dado por el Gobierno de México para completar la migración.

Una mudanza que ya era conocida

No obstante, Jiménez Pons asegura que desde “octubre del año pasado, ya se habían dado los avisos de la migración. Hubo una reunión en noviembre en las oficinas de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) en el aeropuerto en donde se sabía de la migración; no sé por qué no cerró en 120 días el periodo, pero, estamos hablando de julio para que puedan completar la salida”, remarcó el funcionario.

El Gobierno federal había establecido un periodo de 90 días para la aplicación del decreto tras la publicación del mismo, pero, y sin justificación, se amplió a 108, un aumento de apenas un par de semanas que dejó desconcertada a la industria aérea carguera.


“Para efectos de certeza y seguridad jurídica de los actos administrativos del Ejecutivo Federal como lo son los decretos, resulta esencial conocer el razonamiento, sustento y la justificación del plazo de 108 días hábiles a que se refiere el artículo quinto transitorio”, refirió Alfredo Cobián, director legal de Aerotransportes Mas de Carga.

¿Y el AICM ya no estará tan saturado?

En tanto, cuestionado sobre si, con la salida de operaciones de carga efectivamente reducirá la saturación del AICM, el subsecretario de Transportes afirma que la salida de 3 por ciento de las operaciones diarias permitirá tener una mejor dinámica de los flujos en el lado tierra del aeropuerto y, no así en el espacio aéreo.

“Desde hace años es un desastre, 40 años después es un caos. El descongestionamiento es en el lado tierra, no el aire. Se diseñaron unas instalaciones funcionales, los flujos de procedimientos son claros, pero son un caos”, detalló.

Pese a la propuesta del Gobierno, las aerolíneas cargueras continúan buscando una ampliación mayor al plazo: hay algunas, como Mas, que piden 180 días, otras, como Estafeta, consideran que el lapso pertinente sería de 16 meses. En un punto medio está la Canaero, que estima que un año es suficiente para modificar la cadena logística en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el aeropuerto al que el Gobierno busca que se migren las aerolíneas cargueras.

Por ahora, el plazo de publicación del decreto está más cerca de marzo, y aún se encuentra en la mesa de la Consejería Jurídica de la Presidencia, en donde se le están haciendo algunas puntualizaciones a fin de que pueda ser publicado en el Diario Oficial de la Federación.

Por otro lado, si bien el AIFA tendrá costos para las aerolíneas cargueras más bajos en comparación con los que el AICM tiene actualmente, las inversiones necesarias para adecuar las instalaciones en el nuevo aeropuerto tendrán que llevarse a cabo en apenas un trimestre.

Además, existen dificultades logísticas que deben sortearse, pues hay líneas aéreas que, si bien su operación carguera se concentra en el AICM, este sirve como un hub, es decir, un centro de conexiones para que los productos después viajen en los aviones hacia otros puntos de México.

En ese sentido, explicó José Covarrubias, secretario general del Sindicato Nacional de Controladores Aéreos, se tendrán que adecuar las cadenas logísticas para el traslado de productos y que no se afecte la red de distribución a otros destinos en el país.

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