Elecciones 2018

¿Por qué la zona petrolera de Tabasco apoya a López Obrador?

Los votantes del corazón petrolero de México están abandonando al Gobierno de cara a las elecciones presidenciales de julio y se están acerando al único candidato que promete una política energética más nacionalista.

En los humedales de Tabasco, en el sureste de México, agricultores indígenas hacen guardia fuera de los pozos petroleros. No tienen un estatus oficial, pero cualquiera que pretenda hacer negocios allí tiene que pagar para poder pasar.

Por ejemplo, en el pozo 144 en el enorme campo Sen, propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex), las compañías de servicios señalan que tienen que pagar a dos de esos grupos, que dicen representar a las comunidades locales y terratenientes.

En algunas áreas hay hasta 10 y cobran tarifas que pueden llegar a 50 mil pesos (2 mil 670 dólares) al mes para las firmas internacionales más grandes.

No hay muchas otras maneras de que la gente de la provincia gane dinero con el petróleo. En los cuatro años desde que México abrió su industria energética al mercado global, se han firmado más de 100 contratos de exploración y producción.

Pero la promesa de una ola de inversión no se ha cumplido; Pemex y sus contratistas recortaron empleos cuando cayeron los precios del crudo y no los han restituido con la actual alza.

Esa es una de las razones por las cuales los votantes del corazón petrolero de México están abandonando al Gobierno de cara a las elecciones presidenciales de julio. Se están acerando al único candidato que promete una política energética más nacionalista: Andrés Manuel López Obrador.

'Él comprende'

Ha ayudado mucho a Andrés Manuel López Obrador, de la coalición 'Juntos Haremos Historia', ser un chico local.

"Andrés es de Tabasco, comprende la pobreza en la que vivimos", dijo Pablo Osorio, uno de los agricultores indígenas que vigilan el pozo. "No hay hospitales, ni grandes supermercados. Lo único que las reformas petroleras nos han traído es tierra contaminada".

López Obrador dice que revisará los contratos ya firmados con petroleras privadas, y que podría dejar de otorgar nuevos contratos. También promete fortalecer Pemex y construir dos nuevas refinerías (una en Tabasco y otra en Campeche). Además ha propuesto congelar en términos reales los precios de los combustibles.

Parece cada vez más probable que el hombre de 64 años tendrá la oportunidad de implementar esa agenda. López Obrador se dirige a una victoria arrolladora.

De acuerdo con la última encuesta de El Financiero, el candidato de 'Juntos Haremos Historia' cuenta con el 42 por ciento de las preferencias, por encima del 23 por ciento que obtuvo Ricardo Anaya, su contrincante más cercano y quien respalda la Reforma Energética.

'Error y freno’

En la industria, existe la preocupación de que López Obrador haga que el petróleo mexicano vuelva a los malos viejos tiempos.

Las reformas no han detenido una caída en la producción de crudo de México, pero los partidarios dicen que deberían ser juzgadas a más largo plazo. Revertir el curso ahora sería "un error y un freno para el país", dijo Javier Zambrano, director ejecutivo de la petrolera local Jaguar Exploración y Producción.

Está comenzando a llegar capital extranjero, que va desde gigantes globales como Royal Dutch Shell y Exxon Mobil hasta pequeñas firmas de perforación con grandes ambiciones. La canadiense Renaissance Oil fue una de las pioneras; participó en la tercera subasta competitiva que se celebró en México, en diciembre de 2015, donde se adjudicó tres bloques terrestres.

La producción actual de la compañía, de mil 650 barriles por día, es solo el comienzo, dijo el fundador, Craig Steinke, siempre que las reformas continúen. "Lo importante es un flujo constante de nuevas oportunidades".

¿Quién pagará?

A los economistas también les preocupa que los planes de López Obrador vayan a agotar las arcas públicas. Sus refinerías costarían miles de millones de dólares cada una, pero México ya cuenta con seis de ellas, que operan a menos del 40 por ciento de su capacidad. Pemex es la petrolera más endeudada del mundo.

La congelación de los precios del combustible tiene un atractivo político después de una fuerte alza implementada el año pasado, conocida como el "gasolinazo", y que fue parte de una liberalización que ha alentado a compañías como Chevron a invertir en estaciones de servicio e instalaciones de importación de combustible.

Esa política de López Obrador también podría ser costosa. "¿Quién lo va a subsidiar?", dijo Federico García, fabricante de equipos industriales de Villahermosa. "¿Y qué hay de las empresas que invierten en México? Se podría perder competitividad si disminuye los precios". García también desestimó el plan de las refinerías, diciendo que el Gobierno no tiene los recursos y "no es un constructor eficiente".

'Lanzamos rocas'

Pelear por el petróleo en Tabasco ayudó a lanzar la carrera política de López Obrador. Los descubrimientos en la región impulsaron un auge a fines de la década de los setenta, pero ya existía la preocupación de que los locales no recibieran una parte de la riqueza.

Después de perder una polémica elección en 1994 para la gobernación del estado, López Obrador se unió a activistas que estaban bloqueando los pozos de Pemex. Ganó exposición nacional al aparecer en televisión cubierto de sangre después de un enfrentamiento con la policía.

En ciudades petroleras como Villahermosa, las conversaciones sobre las elecciones se centran en los empleos. Tabasco tiene la tasa de desempleo más alta de México.

Cuando el petróleo cayó en 2014, el presupuesto de Pemex se redujo y eso provocó recortes de empleos en empresas de servicios como Weatherford International. Pemex representa hasta el 85 por ciento de sus negocios locales, debido a que la producción privada ha tardado en desarrollarse, dijo Franco Pulido, gerente regional de cuentas de la oficina de Weatherford en Villahermosa.

'Estamos listos'

Varios trabajadores de la división de exploración y producción de Pemex en Tabasco también dijeron que están preocupados por su trabajo y expresaron su apoyo a López Obrador, a pesar de que su sindicato tiene vínculos con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Los trabajadores, que solicitaron el anonimato por temor a represalias, dijeron que los programas de capacitación se han reducido. Pemex señaló que no hubo tal reducción, aunque dijo que los arreglos están en constante cambio.

"Votaré por el candidato que genere puestos de trabajo, no solo siguiendo su palabra, sino por los proyectos que anuncien", dijo Yesugai Frías, titular de Herramientas Varco, que vende equipos para perforación. "Estamos listos para trabajar".

También lee: