CIUDAD DE MÉXICO.- Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, garantizó que un incremento en la producción de hidrocarburos, con las tecnologías adecuadas y con los derechos idóneos de propiedad en México, podrán tener beneficios sustancialmente rápido en la economía nacional.
En el marco del festejo de los primeros 40 años de Vector Casa de Bolsa, en donde Ben Bernanke y la entidad financiera sostuvieron un diálogo, el economista estadounidense afirmó que hay muchas áreas en las que pudieran ser efectivos los cambios estructurales.
"México ha sido bendecido por muchos recursos energéticos, y vemos en EU como la aplicación de nuevas tecnologías ha incrementado la producción energética. El país está produciendo hidrocarburos a una tasa similar a la de Arabia Saudita."
"Estoy seguro que México podrá aumentar la producción de hidrocarburos con las tecnologías adecuadas y con los derechos idóneos de propiedad. Esa es un área donde se podrán tener beneficios sustancialmente rápido", pronosticó el catedrático.
Ante ello, recomendó que se le dé énfasis a la educación, la cual no sólo disminuye los niveles de pobreza, sino que genera retornos económicos potenciales para un país, superiores a los de algunas reformas.
Con un auditorio lleno, Bernanke sostuvo que la tercera área de oportunidad, es la competitividad, con menos monopolios.
"Una cosa que México ha hecho es abrirse comercialmente, le obliga a competir internacionalmente con jugadores globales en electrónica, manufactura y eso va a derribar algunas deficiencias de la economía nacional en bienes de exportación".
Por último, y después de anunciar que estará en nuestro país dos días más para conocer los alrededores y, reconocer que tiene buenos amigos, Agustín Carstens y Guillermo Ortiz, Bernanke señaló que no se puede predecir, pero "México deberá ser más estable de lo que fue en los ochenta y noventa, y eso dará oportunidad que se reafirmen las fortalezas naturales de la economía".
Añadió que México ha hecho muchos avances en la mejora de su gestión macroeconómica, un banco central independiente; una meta de inflación "relativamente" baja; desempleo controlado, una relación PIB-deuda a la mitad de la de Estados Unidos, que es mejor; tiene altas reservas; un sistema financiero fuerte, por lo que sugiere que la estabilidad no va a ser un problema en México.