La reciente depreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense podría provocar un encarecimiento de los alimentos en el corto plazo, impactando la economía de los hogares mexicanos, especialmente en productos básicos que hasta ahora se habían mantenido relativamente estables.
Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), señaló que la depreciación del tipo de cambio hará menos competitivas las importaciones del sector agropecuario, y advirtió que el sector pecuario y agroindustrial se verán perjudicados debido al aumento en el costo de las materias primas importadas.
El experto destacó que productos básicos como la tortilla, el pan, los aceites comestibles y la carne de cerdo podrían experimentar incrementos de precios.
“Somos muy deficitarios en la producción de carne de cerdo, lo que nos hace vulnerables a las fluctuaciones del tipo de cambio”, explicó Anaya.
Productos afectados
El peso mexicano ha intensificado su caída frente al dólar, cotizando en su mayor nivel desde finales de 2022. Esta depreciación se da en un escenario de turbulencia en los mercados financieros internacionales, con caídas en las bolsas asiáticas y en las criptomonedas.
“Por supuesto que el precio de los alimentos tendrá incrementos ante la depreciación del peso frente al dólar, como consecuencia de una posible recesión de la economía en los Estados Unidos”, aseguró Rafael García del Horno, secretario de finanzas de la Fundación Mejoremos al Campo.
García del Horno detalló que varios productos podrían encarecerse debido al tipo de cambio, especialmente en el sector pecuario donde México es deficitario.
“Pollo, carne, pescado, café, frijol, salmón, y posiblemente el maíz amarillo, además de los productos empacados y enlatados que compramos del extranjero”, enlistó.
José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, señaló que los alimentos procesados, especialmente productos lácteos, carnes rojas embutidas empaquetadas y ciertos cereales importados, también experimentarán aumentos.
“En materia de importación, compramos del exterior, principalmente de Estados Unidos, cierto tipo de frutas como manzanas, fresas y uvas. También carne roja y blanca troceada, así como pechuga y muslo. Estos productos, por ser de importación, aumentarán de precio debido al tipo de cambio”, dijo.
Inflación a la vista
El experto también destacó la influencia de factores climáticos en los precios, pues se juntó la temporada de sequía con el ciclo tradicional de lluvias, lo que afecta la producción de ciertos productos del campo.
Martínez Cortés anticipó que en las próximas cuatro quincenas (agosto y septiembre) habrá incrementos en los precios agrícolas debido a este nuevo ciclo de cosecha y el tipo de cambio. Sin embargo, espera que los precios comiencen a bajar en octubre y noviembre, gracias a mejores condiciones hídricas para el próximo ciclo agrícola.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, advirtió que la depreciación del peso afectará los precios de los alimentos, y a su vez presionará la inflación.
“Es uno de los riesgos que hay para la inflación. El hecho de que haya habido alta volatilidad y que se haya subido el tipo de cambio a 20 pesos por dólar, seguramente va a impactar a la inflación”, indicó la economista.
Maíz más caro
Claudia Cruz Molina, analista de Rabobank, detalló el impacto en productos específicos, señalando que en los últimos días el precio de indiferencia del maíz amarillo en zona comercializadora incrementó alrededor de 7 por ciento, básicamente por el aumento en el precio en el mercado de Estados Unidos y el tipo de cambio.
También, la experta señaló incrementos en los precios de otros granos e insumos como el trigo y la pasta de soya.
Sin embargo, Cruz Molina anticipó una estabilización a corto plazo en los precios nacionales debido a la caída en los precios de Estados Unidos y a la depreciación de la moneda nacional.