Economía

Brote de inflación genera caída en los ajustes salariales

Reportan su mayor contracción real en cuatro años, desde octubre de 2017.

El repunte inflacionario impactó nuevamente en las revisiones de los salarios contractuales, que en noviembre reportaron un descenso en términos reales, el tercer mes consecutivo con retrocesos y además fue su peor cifra en poco más de cuatro años.

De acuerdo con los registros de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), los salarios contractuales tuvieron en el onceavo mes un incremento nominal de 5.1 por ciento, que una vez descontada la inflación se tradujo en una pérdida real de 2.14 por ciento, es decir, un deterioro del poder adquisitivo, y esta fue la mayor caída desde octubre de 2017.

De acuerdo con los registros del INEGI, durante noviembre la inflación anual fue 7.37 por ciento, la más alta desde enero de 2001 y acumulo nueve meses consecutivos fuera del margen objetivo del Banco de México.

“El factor más importante es el incremento de precios, sobre todo de productos de la canasta básica. Aunque el incremento a los salarios mínimos sea mayor a la inflación, los salarios contractuales no aumentan en el mismo porcentaje. Aumentan de acuerdo a la inflación, pero la del año anterior a la revisión contractual, de tal manera que la inflación actual y sus perspectivas dejan con una pérdida del poder adquisitivo en términos reales”, señaló Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI) de la UNAM.

Añadió que otro factor de carácter estructural es el pobre desempeño de la productividad y las condiciones en que quedaron las empresas, sobre todo, las de servicios después del confinamiento, sin haber recibido apoyos por parte de las autoridades.

Entre enero y noviembre, los ajustes salariales promedio reportan una caída de 0.94 por ciento, en términos reales, y es la primera cifra negativa desde 2018, según los datos de la STPS.

REZAGO EN LA RECUPERACIÓN

Gabriela Siller, directora de análisis económico de banco Base, indicó que la recuperación del mercado laboral no es uniforme, en la recuperación no son los mismos trabajos, ni los mismos sueldos que se tenían antes de la crisis del coronavirus; “una buena parte de estas plazas están recuperando su ocupación en informalidad o con salarios menores”.

Añadió que en términos reales, los salarios han ido a la baja debido a la alta inflación de los últimos meses.

“Los últimos tres datos de inflación han sido bastante altos, tanto en términos mensuales como en anuales, y lo que estamos viendo es una pérdida del valor del poder adquisitivo de las personas y que realmente en términos reales los crecimientos salariales no han alcanzado a cubrir esa brecha, sino que estamos en un continuo proceso de pérdida del valor de los ingresos de los trabajadores”, apuntó Carlos Hernández, analista sénior de Masari Casa de Bolsa.

Añadió que para que el poder adquisitivo de los trabajadores mejoren es necesario, “en primer lugar, que se resuelvan los cuellos de botella para que también el nivel general de producción se incremente y los costos originados de producción por insumos ayuden a que las remuneración de la fuerza laboral tenga un mejor posicionamiento”.

Explicó que en segundo lugar, las medidas de distanciamiento social contribuyen a limitar la capacidad total de producción, ya que al no estar en su máximo nivel no hay una plena disposición de los puestos laborales; y tres, que se disuelvan las medidas de pandemia que siguen vigentes.

Por actividad, el ajuste salarial en la industria bajó 1.94 por ciento real, siendo las manufacturas y minería los principales lastres al disminuir 2.01 y 0.84 por ciento. En los servicios el descenso fue de 3.05 por ciento.

Por entidad federativa, la mayor contracción en los salarios se observó en Oaxaca, con 4.59 por ciento, seguido de Tabasco, con 3.11 por ciento. En contraste, las menores disminuciones se reportaron en Coahuila y en la Ciudad de México, con 0.18 y 1.06 por ciento.


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