Ciencia

El exoplaneta que nunca fue: Nuevos datos señalan que el astro que orbitaba 3 soles nunca existió

El planeta HD 131399Ab había sido identificado hace cinco años por un grupo de investigación encabezado por Kegin Wagner.

Hace cinco años un equipo de científicos dio a conocer la existencia de un exoplaneta que orbitaba tres soles, pero nuevos datos y observaciones han llevado a sugerir que realmente no existe, por lo que los autores del estudio decidieron retirarlo.

Science, la misma revista que divulgó en 2016 el hallazgo, se hace ahora eco de la retractación que publica el grupo encabezado por Kegin Wagner, de la Universidad de Arizona en Estados Unidos.

En su artículo, presentaban un planeta gigante gaseoso identificado como HD 131399Ab en un sistema planetario con tres soles, situado a unos 320 años luz de la Tierra en la constelación de Centaturus y que tendría unos 16 millones años, con lo que sería uno de los exoplanetas más jóvenes descubiertos.

Los autores señalan ahora que, tras aquella publicación, otro equipo realizó observaciones de seguimiento que sugieren que “la detección del exoplaneta podría haber sido un falso positivo”.

Wagner y su equipo consideran que la estrella primaria HD 131399A tiene “un paralaje varias veces mayor que el presunto exoplaneta, lo que confirma que el objeto es una fuente de fondo y no un exoplaneta asociado al sistema estelar en cuestión”.

El paralaje estelar es el movimiento aparente de una estrella cercana contra el fondo de estrellas más distantes cuando la Tierra gira alrededor del Sol y sirve para medir la distancia que nos separa de ellas.

Descubren exoplaneta más joven

Un equipo internacional de investigadores ha descubierto este mismo jueves un nuevo planeta tan joven que aún no ha salido del “vientre” de la materia donde se está formando; se trata del protoplaneta más joven descubierto hasta la fecha.

Este exoplaneta similar a Júpiter -llamado AB Aurigae b- se está formando a una gran distancia de su estrella (equivalente a 93 veces la distancia media entre la Tierra y nuestro Sol); su descripción se publica en la revista Nature Astronomy.

Según los científicos, su ubicación y los patrones de materia que lo rodean sugieren que puede estar funcionando un método alternativo de formación de planetas.

En concreto, el hallazgo respalda la idea de que los planetas gigantes pueden formarse a partir de grandes fragmentos de gas que colapsan a través de la inestabilidad gravitacional, en lugar de solo por el modelo estándar utilizado para explicar la formación de Júpiter: la acumulación del núcleo.

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