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La crisis del Chelsea: cuentas congeladas, poca liquidez y ‘fuga’ de patrocinadores

Las sanciones que Reino Unido aplicó al Chelsea, club aún propiedad del magnate ruso Roman Abramovich, ya han hecho los primeros estragos en los ‘blues’.

Los mejores hoteles, jets privados y lujosos caterings son solo parte de la vida de un futbolista que juega en una de las ligas más ricas de Europa. Sin embargo, las sanciones impuestas a Roman Abramovich, magnate ruso y dueño del Chelsea, han dejado a los ‘Blues’ con muchos pendientes por resolver.

“Mientras tengamos suficientes camisetas y un autobús para ir al juegos, estaremos allí y competiremos duro”, dijo el entrenador en jefe Thomas Tuchel después de que su equipo venciera a Norwich City el pasado 10 de marzo.

Después de que el Reino Unido se ‘apoderara’ del Chelsea como parte de sus acciones contra Roman Abramovich, lo que sucede a continuación aún permanece en la incertidumbre. El club está en conversaciones con el gobierno para asegurar que puede continuar jugando, empezando por el partido del domingo contra el Newcastle United.

Para sumar más tensión al tema, las tarjetas de crédito Barclaycard del Chelsea han sido congeladas, según una fuente cercana a los afectados. Lo que ya se ha puesto al descubierto es que el Chelsea es no podría continuar sin el paternalismo de Abramovich, lo cual refleja la situación lamentable del deporte.

Las últimas cuentas muestran que le cuesta al club unos 500 millones de libras (654 millones de dólares) por temporada; desde organizar lo referente al día del partido hasta el pago de sueldos de los jugadores. El club londinense ahora está limitado a un presupuesto de 500 mil libras para albergar un partido y 20 mil libras para jugar fuera de casa.

Bajo la licencia del gobierno del Reino Unido, Chelsea tiene que limitar la asistencia de aficionados en su estadio de Stamford Bridge y detener venta de productos del club. Eso significa que perdería alrededor de 600 mil libras de ingresos en cada juego, tomando en cuenta que hay boletos que siguen sin venderse, según Richard Moffat, analista de OLBG.


“El club no puede cubrir el costo de lo que se necesita para organizar un partido”, dijo una fuente cercana al Chelsea. El club tiene alrededor de 8 mil titulares de abonos de temporada corporativos.

Las 500 mil libras encomendadas por el gobierno necesita cubrir servicio doméstico, primeros auxilios, embajadores del club (que suelen ser jugadores veteranos que fungen como anfitriones a los invitados).

Los riesgos para un club, en caso de que su benefactor se fuera, fueron señalados en la reseña de un exdeportista, dijo Kieran Maguire, profesor de finanzas del fútbol en la Universidad de Liverpool.

La conclusión fue “que demasiados clubes de fútbol son propiedad de un magnate donde están a solo una decisión de la catástrofe. La crisis del Chelsea ha reforzado el argumento a favor de la regulación con el objetivo de tener un futbol más independiente, dijo.

El club de los ‘Blues’ comunicó el jueves que estaba en conversaciones con el gobierno para conseguir que se modifiquen sus condiciones actuales. El objetivo inmediato es averiguar cómo continuar operando hasta el final de la temporada, dijo el informante quien se negó a identificarse por cuestiones de confidencial.

El monto de 20 mil libras para asistir a un partido fuera de casa sería muy reducido para algunos partidos, especialmente aquellos en el extranjero en la Liga de Campeones, dijo la fuente. El gobierno del Reino Unido está abierto a discutir enmiendas a la licencia, pero es poco probable que haya cambios importantes.

El gobierno está tratando de alcanzar un equilibrio para evitar que Abramovich se beneficie más, pero sin penalizar a los fanáticos y jugadores, dijo el informante. Las conversaciones con el club aún están en curso.

Parece necesaria una venta rápida para evitar el colapso total para el equipo. Abramovich puso a la venta el Chelsea antes de que los sancionaran y prometió donar las ganancias para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania.

Sin embargo, el jueves por la noche, Raine, el banco que está llevando la venta, envió un correo electrónico a todos los postores interesados para avisarles que el proceso estaría en pausa de 24 a 48 horas, aseguró la fuente.

El gobierno ahora tiene que aprobar la venta antes de que pueda seguir adelante. Cabe destacar que el Chelsea atrajo el interés de jugadores como Todd Boehly, el expresidente de Guggenheim Partners, Josh Harris, el cofundador de Apollo Global Management Inc. y promotor inmobiliario Nick Candy. Pese al anuncio acerca del ‘paro’ en la oferta, un portavoz de Candy dijo: “Estamos examinando la detalles del anuncio de ayer y seguimos interesados al hacer una oferta”.

Otra opción es poner el club en administración; se trata de un procedimiento inglés mediante el cual una firma de contabilidad externa dirige el club. Los directores de la empresa serían los responsables si se mantienen conscientes de la situación financiera desesperada y no intervienen en la administración.

Eso permitiría al Chelsea, que ocupa el tercer lugar en la liga, permanecer en la cancha. “Por el momento es la sugerencia viable para el club, que tiene una masa salarial de 28 millones de libras al mes y ostenta suficiente efectivo en el banco para cumplir con los próximos dos partidos de la Premier League”, dijo Julie Palmer, socio gerente regional de Begbies Traynor, quien se ocupó de la administración del club de futbol AFC Bournemouth en 2008. “La pregunta entonces es qué pasa con los pasivos y si empuja al club hacia alguna forma de administración.”

Mientras tanto, hay una reacción mixta de los patrocinadores. La compañía Three, cuyo patrocinio era el más significativo en el Chelsea, suspendió su contrato de forma indefinida. El Athletic informó que Nike Inc. mantiene su relación; y el portavoz del sitio de búsqueda de hoteles en línea Trivago dijo el viernes que se quedaría con el club con la esperanza de que pronto encontrara un comprador.

Pero eso pone en duda los planes a largo plazo si es que no surge un comprador en la inmediatez. La mayor preocupación es la masa salarial de los jugadores. El Chelsea está impedido para comprar y vender jugadores, y acordar contratos, según las restricciones impuestas por Reino Unido.

El año pasado, el costo de ventas del equipo, que incluye salarios a jugadores, ascendió a 355 millones de libras, según muestran los archivos. Romelu Lukaku, quien estaba en el Inter del Milán y se unió a los ‘Blues’ el verano pasado, es el que más gana (325 mil libras a la semana). Otros jugadores como Timo Werner ganan 270 mil libras a la semana, por ejemplo. En relación con las cuentas del Chelsea, el monto de libras con liquidez es de 16.3 millones al corte de junio de 2021.

De momento, son las situaciones a las que se enfrenta el Chelsea. Los siguientes pasos consisten en la justa contra el Newcastle; sin contar que los próximos dos juegos representan viajes a otras sedes fuera de casa (la Copa en el Lille francés y hasta el Middlesbrough en noreste de Inglaterra). El viaje a Francia ya estaba reservado, dijo l fuente anónima. Sin embargo, la duda en torno a si llegarán a jugar los partidos que se presenten fuera de Inglaterra sigue latente.

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