El atletismo paralímpico deja experiencias muchas veces inolvidables. Este domingo, el corredor argelino Abdellatif Baka ganó la final de los 1,500 metros en la categoría T13 de discapacitados visuales más leve, colgándose la medalla de oro con un tiempo mejor que el que consiguió el atleta estadounidense Mathew Centrowitz en los Juegos Olímpicos del mes pasado.
No sólo fue la extraordinaria marca de Baka, que paró el reloj en 3:48.29, también lo mejoraron el etíope Tamiru Demisse (3:48.49), el keniano Henry Kirwa (3:49.59) y el argelino Fouad Baka (3:49.84), que fue cuarto.
Centrowitz se adjudicó la medalla de oro en la misma prueba en los pasados Juegos Olímpicos de Río, al cronometrar 3:50.00 minutos.
El récord del mundo en la actualidad de un atleta sin discapacidad lo ostenta el marroquí Hicham El Guerrouj (3:26.00), mientras que el récord olímpico está en poder del keniano Ngeny Ngeny (3:32.07).
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