El poblado de Miraflores, al norte de San José del Cabo, brinda la oportunidad de comer lo que se cosecha, una actividad que satisface todos los sentidos y te conecta con la naturaleza.
Los pobladores cuentan con sus propios huertos y granjas, y ofrecen esta experiencia a quienes quieran vivir otra cara de la gastronomía.
Se puede recorrer la pequeña comunidad agrícola y visitar los huertos donde la tierra y sus frutos son cultivados de forma orgánica. Restaurants en el área organizan banquetes para presumir de la calidad de sus productos.
De camino a Miraflores es muy común ver a los granjeros junto a la carretera sembrando y cosechando como parte de su trabajo diario.
Miraflores tiene una ubicación céntrica, es fácil de llegar desde Los Cabos y también desde La Paz, se puede hacer un recorrido de ida y vuelta en el mismo día. Santiago es la comunidad más cercana.
Más atractivos
Entre sus calles hay un ambiente amable y en sus casas generaciones de talabarteros y artesanos de cerámica y madera.
El cuero es emblemático en la comunidad de Miraflores, y en sus tiendas se encuentran desde cinturones, billeteras y hasta sillas de montar.
La producción de chorizo y pan bachi, receta que es un legado de los monjes franciscanos, es algo a probar como parte del recorrido, igual que un helado o bebida preparada con pitaya, la fruta por excelencia de Miraflores.
Un recorrido por las calles de este pueblo fundado a inicios del siglo XVIII no puede faltar, así como una visita a la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
La historia del poblado va más allá, debido a que tiene sitios que resguardan murales rupestres.
El turismo de naturaleza también se puede practicar en Miraflores con una visita a sus aguas termales o haciendo un recorrido en vehículos todo terreno a Sierra de la Laguna; los más intrépidos pueden hacer senderismo, ya que es importante considerar el tipo de suelo y las temperaturas extremas de la región.
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