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Costa Rica es… ¡Pura vida!

El “paraíso verde” es reconocido mundialmente por sus esfuerzos de conservación y protección de áreas naturales.

Costa Rica da la bienvenida con “Pura Vida”, dos palabras que no solo representan “Hola, adiós o gracias”, son tradición, y una filosofía de vida. Es difícil explicar todos los sentidos en los que se usa habitualmente esta frase, pero entre más tiempo pasas con los costarricenses o “Ticos” te das cuenta del verdadero significado.

Esta joya verde ofrece a los viajeros una experiencia de reconexión con la naturaleza a través de sus numerosos parques nacionales y reservas ecológicas. Éstas áreas protegidas por el Sistema nacional de áreas de conservación constituyen entre el 25% y el 30% del territorio nacional.

Este país centroamericano alberga el 6% de la biodiversidad terrestre del mundo y alrededor del 3.5% de especies marinas en sus 51 mil kilómetros cuadrados de superficie. Además produce casi el 93% de la electricidad a través de recursos renovables.

El Valle Central está rodeado por volcanes y montañas que forman paisajes llenos de diferentes tonalidades de verde y plantas que impresionan por su tamaño. Los cambios rápidos de altura hacen que coexistan diversos microclimas lo que crea condiciones perfectas para resguardar un número alto de especies en “pocos” kilómetros cuadrados.

Las aguas termales

El Valle de Orosi en su base tiene una gran extensión de agua que funge como planta hidroeléctrica y provee de agua dulce a la ciudad de San José. Estos fueron los primeros asentamientos españoles en la época de la conquista. Se encuentra una de las iglesias más antiguas del país, fue construida en 1743 por misioneros franciscanos y es de las únicas edificaciones coloniales que aún se encuentran en buen estado.

En Ujarrás, está la Hacienda Orosi, una plantación cafetalera que ha sabido explotar sus atractivos turísticos. Se puede hacer caminatas por la finca acompañados de un guía experto que compartirá algunos secretos sobre cómo cosechan uno de los mejores cafés del mundo. Esta zona también es conocida por sus aguas termales minerales, y de acuerdo con investigadores rumanos, se dice que son efectivas para el alivio de dolores musculares y la eliminación del estrés. Las pozas oscilan entre los 34ºC y los 39ºC, pero sin duda, la vista es lo mejor que este lugar tiene para ofrecer.

El vuelo

Uno de los grandes atractivos de este valle, es el avistamiento de aves. Personas de todo el mundo viajan a Costa Rica para observar la diversidad de avifauna. El rey de esta experiencia es el Quetzal por la majestuosidad de su apariencia, y sus colores brillantes. Es relativamente fácil verlo en esta zona casi todo el año porque existen tres variedades de aguacatillo del cual se alimentan y crecen en distintos meses.

Muchos esperan ver el “baile” de cortejo pues son pájaros monógamos y resulta bastante romántico. El macho se eleva a grandes alturas emitiendo un peculiar silbido, luego desciende girando en forma de espirales. La hembra vuela en forma horizontal y es ahí cuando el macho intenta robarle “un beso” a quien pudiera ser su pareja de vida.

Un lugar ideal para pernoctar si se desea hacer “birding” es el Hotel Quelitales en donde Don José Álvarez, el dueño, recibe a sus huéspedes y platica con ellos para asegurarse de que se lleven la mejor experiencia. Esta propiedad rodeada de bosque cuenta con senderos para ir en busca de más de 400 especies que habitan sus inmediaciones. Incluso desde el balcón de la habitación es posible observar algunos de los colibríes más buscados.

Los Parques Nacionales

Los Ticos se caracterizan por ser amables y alegres, pero uno de sus mayores orgullos es fomentar el turismo sustentable. Es por eso que varios de sus grandes atractivos son los parques nacionales.

El Volcán Irazú es el más alto de Costa Rica con una altitud de 3,432 m sobre el nivel del mar. Una peculiaridad de este lugar es que cuando el clima lo permite se pueden ver las dos costas, al norte el caribe y en el sur el pacífico. Además otro dato curioso de este coloso es que durante la visita de John F. Kennedy en el año 1963 comenzó a hacer erupción y cubrió de ceniza la ciudad de San José y las tierras altas centrales.

Este volcán cuenta con cinco cráteres y se puede visitar todo el año. El clima es mayormente nublado y la temperatura promedio es entre los 5ºC y los 9ºC. El mirador es de fácil acceso y no es una caminata muy larga.

El parque Manuel Antonio está conformado por bosque tropical, por lo que la zona es bastante húmeda y caliente. En la entrada al parque hay guías naturalistas esperando a ser contratados, ellos buscan con sus binoculares o telescopio las especies que ahí habitan y van dando referencias sobre ellas. Definitivamente es una opción a contemplar.

En sus senderos se pueden observar especies endémicas como el mono ardilla y otros animales como el mono carablanca, osos perezosos, pizotes, mapaches, iguanas y muchas especies de aves. Además uno de sus mayores atractivos está en Punta Catedral, ahí se encuentra la playa Manuel Antonio ideal para bañarse y hacer snorkel.

El parque Marino Ballena es el más joven declarado como reserva ecológica y más del 90% de la extensión de este parque nacional se conforma de agua. En él, se pueden observar ballenas jorobadas y diferentes tipos de delfines a lo largo del año, pero sobre todo en los meses de julio a octubre.

Un distintivo de este parque es que cuenta con un tómbolo, también conocido como un banco de arena, en forma de cola de ballena, los visitantes hacen caminatas sobre él cuando la marea es baja.

La gastronomía

La cocina tradicional está basada en los sabores regionales con predominancia de ingredientes como el plátano, el arroz, la yuca y la papa. Sin embargo, sus raíces están mezcladas con la cultura española y africana.

El gallo pinto es uno de los platillos más típicos de Costa Rica, tiene influencia africana y se prepara con arroz, frijoles, cebolla, chile dulce y culantro. Es considerado desayuno, sin embargo, puede servirse a cualquier hora del día. Se acompaña de huevos, salchichas o tortillas de maíz.

Además, los mariscos y pescados abundan por las largas costas con las que cuentan los Ticos. A lo largo de la carretera costanera sur se encuentran restaurantes como Vista Mar, que parecen sencillos a la vista, pero la frescura y calidad de los alimentos sorprende a sus comensales.

Otro ejemplo de sustentabilidad se encuentra en el Hotel Savegre que produce el 90% de todo lo que se consume en el hotel como truchas, hortalizas, 6 especies de manzanas, aguacate, melocotón, entre otros.

El costarricense busca constantemente el equilibrio entre la diversión, el cuidado de la naturaleza, la cultura y el bienestar, no es sorpresa que todo el día se deseen “Pura Vida”.

Para saber más

Costa Rica es el único país del mundo sin ejército.

Ganó como el país más feliz de Latinoamerica según el estudio de Gallup en 2021 contratado por Naciones Unidas.

La Isla del Coco ha sido inspiración para novelas de ficción como Jurassic Park.

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