Salud

¿Puedo donar sangre si tuve hepatitis en la infancia? Esto dicen los expertos

A propósito de la conmemoración, surge la pregunta de la gente de si se tuvo hepatitis en algún momento de la vida, ¿se podrá donar sangre? Te contamos.

Este jueves 28 de julio el mundo conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, que reconoce el importante problema de salud pública que representa la hepatitis, además de que busca generar conciencia sobre este padecimiento y redoblar esfuerzos para promover su prevención.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) eligió el 28 de julio por ser el día del nacimiento del doctor estadounidense Baruch Samuel Blumberg, laureado con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1976, tras descubrir el virus de la hepatitis B e inventar una prueba diagnóstica y la vacuna.

A propósito de la conmemoración, surge la pregunta de la gente de si se tuvo hepatitis en algún momento de la vida, ¿se podrá donar sangre? Se ha creído desde hace mucho tiempo que las personas con antecedente de este padecimiento no podían donar sangre, sin embargo esta es información a medias.

¿Puedo donar sangre si tuve hepatitis?

Primero que nada debes saber que la mayoría de las personas pueden donar sangre si gozan de buena salud en general. Aunque hay algunos requisitos básicos para hacerse donante, sobre todo si se tuvo hepatitis.

Los requisitos mínimos para donar en general son tener entre 18 y 60 años, pesar más de 50 kilos, haber desayunado o almorzado en las últimas cuatro horas y no haber trasnochado. En el cuerpo el volumen de sangre se reemplaza rápido y en unas horas se normaliza, sin que se deban alterar las tareas normales.

Si quieres saber si eres apto para donar, la indicación de los expertos de salud es si que si tuviste hepatitis A cuando tenía menos de 11 años, es posible que pueda donar sangre. Si se tuvo hepatitis A cuando eras mayor de 11 años, no debes donar sangre. Por eso es importante comentarlo con el personal médico.


Las personas que no pueden hacerlo, son aquellas con antecedentes de diagnóstico clínico o de laboratorio de infección por hepatitis B o hepatitis C y hepatitis autoinmune porque estos tipos repercuten en su función hepática.

Los familiares que convivan con una persona que esté diagnosticada de Hepatitis B y C, en general, en condiciones normales y si el contacto es estrecho, no pueden donar. Pero siempre es necesario consultar con el personal sanitario para su valoración.

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