Corea del Norte ha hecho diversas muestras de su arsenal nuclear amenazando a Estados Unidos, mismo que le ha advertido con responder con "fuego y furia".
Corea del Norte es catalogada como una potencia nuclear (con solo ocho armas nucleares desarrolladas) aunque es una incógnita cómo llegó a desarrollarlas, al ser una nación con recursos limitados, una planta productiva deteriorada por la falta de inversiones y una economía que casi el 50 por ciento se concentra en actividades gubernamentales y en la agricultura.
La importancia de la economía norcoreana es muy limitada. Con un PIB que lo coloca como la economía 112 a nivel mundial, un intercambio comercial que alcanza los 6 mil millones de dólares, un nivel de pobreza que se considera como serio y una de las naciones más corruptas, esa es la nación que está desafiando constantemente a Estados Unidos.
Recordemos que debido al fuerte hermetismo del Gobierno norcoreano, la mayoría de la información sobre su economía es limitada y estimada.
Su actual líder, Kim Jong-un, comenzó a gobernar a la nación asiática desde el 17 de diciembre de 2011, tras la muerte de Kim Jong-il, su padre, tomando un país bloqueado casi en su totalidad por los Estados Unidos, con fuertes lazos con China (tanto comerciales como políticos) y con problemas internos que van desde hambrunas en ciertas regiones del país y un estancamiento productivo derivado de la falta de inversiones gubernamentales.
A continuación te presentamos seis gráficas que explican cómo se encuentra la economía de Corea del Norte y su posición en el mundo.
1. Bajo crecimiento
De acuerdo con estimaciones del Banco de Corea (del Sur), la economía norcoreana se contrajo en 2015 en 1.1 por ciento real anual, interrumpiendo cuatro años precios de expansión económica. Se estima que la economía cerró ese año con un valor de 16.2 mil millones de dólares.
Desde que asumió Kim Jong-un, la economía mostró una recuperación registrando un crecimiento promedio anual de 0.6 por ciento anual, apoyándose en un impulso a la construcción y al desarrollo militar de la nación, destinando recursos al desarrollo de su programa balístico nuclear. Desde que asumió el poder ha realizado 83 pruebas de misiles.
En la primera década del siglo XXI la economía norcoreana registró un crecimiento promedio anual de su PIB de 0.5 por ciento, muy por debajo del 4.5 por ciento promedio que registró Corea del Sur. Incluso, su crecimiento económico estuvo por debajo del 0.8 por ciento que creció la población entre 2010 y 2015.
2. Estructura de la economía
A diferencia de su vecino del sur, su economía depende de los servicios gubernamentales (23.3 por ciento de su PIB), agricultura, silvicultura y pesca (21.6 por ciento) y manufactura (20.4 por ciento).
La industria manufacturera fue uno de los motores de crecimiento de Corea del Norte, aunque su desarrollo se apoyó con recursos de la Rusia soviética y de China más recientemente. Desde 2011, la economía recibió un mayor flujo de inversión extranjera directa y en el último quinquenio ascendió a 58 millones de dólares.
Cerca de la frontera con Corea del Sur desde 2002 se estableció una zona administrativa especial, a donde arribó inversión de empresas surcoreanas, hasta febrero de 2016 cuando se suspendieron temporalmente las actividades tras un ensayo de misiles norcoreanos.
3. Empleo
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (ILO por sus siglas en inglés), se estima que 74.2 por ciento de la población económicamente activa tiene trabajo, en tanto que 26.8 por ciento está desempleada o subempleada.
El país contaba en 2015 con alrededor de 24.9 millones de habitantes, de acuerdo con la ONU.
Uno de los problemas que tiene la economía norcoreana es que su tasa de crecimiento poblacional rebasa el crecimiento económico, por lo que la economía (aunque en su mayoría sea empleo gubernamental) muestra este rezago y sin inversión extranjera, difícilmente se podrá absorber la mano de obra sobrante.
4. Comercio exterior, limitado
Se podría pensar que al ser una nación de Asia, tendría una importante dinámica con el exterior, pero su baja integración con el comercio exterior y sus estrechos vínculos con China, hacen que la mayor parte de su intercambio comercial (83 por ciento) se concentre en ese mercado.
De hecho, se coloca como una de las naciones con uno de los niveles de intercambio más bajos a nivel internacional. Por el lado de las exportaciones se coloca en el lugar 119 y en las importaciones está hasta el 141, de 221 economías con relaciones con el exterior.
Estimaciones del banco central de Corea del Sur anticipan que en 2015 la relación comercial con el exterior de Norcorea ascendió a 6.3 mil millones de dólares, en donde el carbón juega un papel importante (34 por ciento de sus ventas con el exterior).
5. Alto nivel de pobreza
Con ingreso por persona (PIB per capita) de solo mil 700 dólares en 2015, Corea del Norte se coloca con elevados niveles de pobreza.
De acuerdo con la última edición del Índice del Hambre del International Food Policy Research Institute (IFPRI), este país se coloca con una calificación de 28.6 puntos, considerándose como un nivel de falta de alimentos serio.
El problema de los alimentos se remonta a el desbaratamiento del bloque soviético y los países satélite, lo que se tradujo durante los años 90 en problemas de hambruna en algunas regiones del país. De hecho, los problemas para la población no se limitan a los alimentos, ya que su bajo poder de compra limita la compra de bienes como automóviles, electrodomésticos y línea blanca, ya que todos estos productos son importados.
6. Campeón de corrupción
Al ser un Estado autoritario y con bajos niveles de ingresos, la corrupción es uno de los medios por los que la población se puede allegar recursos, principalmente para adquirir bienes del exterior. Esta práctica es considerada común en todos los niveles de la sociedad.
En su edición de 2016 del Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional informó que Corea del Norte se colocó en el lugar 174 de 176 naciones analizadas. México esta en el lugar 123.
De hecho, este país se ha mantenido (junto con Sudán del Sur, Siria y Yemen) en los últimos lugares desde que se integró a este estudio desde 2011, atribuyéndose a dos factores: por un lado, los bajos salarios de los funcionarios públicos; por el otro, la necesidad del Gobierno de captar divisas.