CIUDAD DE MÉXICO. En la agresión a normalistas de Ayotzinapa, el 26 de septiembre pasado, no sólo se usaron armas de origen alemán, como denuncian familiares, también hubo italianas y estadounidenses.
Algunas incluso no son las reglamentarias para las fuerzas de seguridad estatal y federal, revelan estudios periciales realizados tras los hechos en los que se incautaron al menos 40 armas de fuego.
Según el expediente HDI /SC/02/0993/2014, cuya copia posee El Financiero, a 24 horas de la agresión se pusieron a disposición del Ministerio Público 19 armas cortas y 21 largas, la mayoría de policías municipales.
Se trata de 13 armas de la marca italiana Pietro Beretta, dos estadounidenses Colt y seis de la marca alemana Heckler & Koch.
Pero además quedaron a disposición de la autoridad casquillos percutidos con armas que no se lograron recuperar, entre ellos de los calibres 7.62x39 que son utilizados en los AK-47 o Cuernos de Chivo.
Los documentos informan que en la esquina de Juan N. Álvarez y Periférico Norte se localizaron 45 casquillos percutidos. De éstos, 36 corresponden al calibre 7.62x39 y dos al calibre WCC-06, los otros siete casquillos son de los calibres .223, de la marca El Águila, y 5.60.3.; éstos últimos de las armas de cargo de la policía municipal.
En el análisis de las armas, quedó registrado que 19 de las italianas Pietro Beretta eran pistolas de los modelos 92FS y PX4 Strom y 13 más eran armas largas del SC7090.
Las alemanas Heckler & Koch son armas largas del modelo G36V, cuya venta a policías en México generó recientemente polémica derivado de las prohibiciones del país germano para vender este tipo de armas a Estados en conflicto.
Finalmente, las estadounidenses Colt son del modelo AR65430.
Todas las armas y lo casquillos encontrados quedaron a disposición, en principio de la Fiscalía General de Guerrero, y posteriormente, junto con los expedientes, fueron enviadas a la PGR para su análisis.