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Aerolínea de Sedena no puede generar ganancias; esto dice la Constitución

AMLO confirmó los planes de la Sedena para crear su propia aerolínea, compuesta por 10 aeronaves, entre ellas, el avión presidencial.

La nueva aerolínea militar del gobierno de AMLO estaría lista para finales de 2023. (Cuartoscuro)

Una virtual aerolínea a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no tendría un carácter mercantil, sino de fin social, dado que las Fuerzas Armadas están impedidas para lucrar, a través de la obtención de una concesión, con un servicio.

En entrevista para El Financiero, Rogelio Rodríguez, doctor en Derecho Aeronáutico y Constitucional, indicó que la Sedena no está facultada, de acuerdo con la Carta Magna, para obtener ganancias o para perseguir un fin de negocio, esto pese a que la figura de la empresa para operar la aerolínea sería la de una sociedad mercantil, de capital mayoritariamente militar.

“Si el objeto social de la sociedad (aerolínea del ejército) es lucrativo, sino tiene el cerco de carácter social, se podrían contradecir los fines constitucionales, pero si en los estatutos habla de fines sociales y establece el carácter no lucrativo, aun cuando las sociedades mercantiles son de fines lucrativos, se ve jurídicamente viable”, detalló el experto.

Cabe señalar que en la Ley de Aviación Civil vigente, que data de 1995, y en la cual Rodríguez estuvo involucrado en su diseño, se incluyó un “candado” para que las sociedades mercantiles que tuvieran una concesión de un aeropuerto no pudieran obtener, de manera subsecuente, un permiso de explotación para una línea aérea.


No obstante, detalla el doctor en Derecho Aeronáutico, el caso inverso no está contemplado en la ley como un impedimento; es decir, una empresa, sea privada o del Estado (en este caso el ejército) que tenga la concesión de un aeropuerto no tiene obstáculo para solicitar una concesión para una línea aérea.

Ese sería el supuesto con el que el ejército formularía una línea aérea que, de acuerdo con las filtraciones del grupo de hackers Guacamaya, y confirmadas por el presidente, tendría 10 aeronaves operadas por la milicia mexicana, todas ellas rentadas.

En ese sentido, Rodríguez dijo que si bien resulta extraña la participación de los militares en la industria de la aviación civil, la presencia de la Sedena como operador de una aerolínea se da en un mercado en donde faltan jugadores y en donde los privados no han explotado esa oportunidad.

En los últimos años, líneas aéreas como Mexicana e Interjet han desaparecido ante el abandono y malos manejos de sus inversionistas, e incluso Aeromar presenta fuertes problemas financieros.


Para Rodrigo Pérez-Alonso, exdirector general de la Canero, la aerolínea a cargo del ejército se trata de una “ocurrencia” del presidente, que no tiene un modelo de negocio rentable y que perjudicaría al erario.

“Sigue el modelo de países como Venezuela, Cuba, en donde el Estado es el ejército y por ende, las empresas que tiene el Estado son del ejército, es un modelo peligroso porque no responde a las necesidades del mercado”, refirió.

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