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La Cámara Alta dio su visto bueno para que jóvenes de entre 16 y 18 años puedan trabajar en el campo, siempre y cuando sus labores no impliquen uso de químicos ni maquinaria peligrosa.
Con voto unánime (95 a favor), el Senado aprobó modificaciones al artículo 176 de la Ley Federal del Trabajo. Se votó por cambiar el numeral 8 del artículo, que señala como actividades de riesgo las agrícolas, forestales, de aserradero, silvícolas, de caza y pesca.
La Ley Federal del Trabajo permite que jóvenes de 16 y 17 años trabajen, excepto en actividades consideradas de riesgo. Los cambios aprobados especifican que las actividades agrícolas serán consideradas riesgosas cuando “impliquen el uso de químicos, manejo de maquinaria, vehículos pesados y los que determine la autoridad competente”.
El cambio se aprobó en la Cámara de Diputados desde 2017. Sin embargo, había permanecido varado en el Senado. El voto se liberó finalmente en la sesión de este miércoles.
La propuesta traía el impulso tanto de legisladores como de dependencias federales -como la Secretaría de Economía- y de grupos empresariales, entre ellos el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
Dado que las circunstancias sociales, económicas y culturales son otras en las comunidades rurales, la ley laboral llega a convertirse en un lastre para el desarrollo de las mismas.
“Jóvenes que están en edad previa a la madurez, sin embargo, ya tienen responsabilidades de parentesco y de pago [...] Nuestra legislación, de alguna manera, se ha quedado corta para poder combinar la realidad con las condiciones que viven”, explicó la titular de Economía, Tatiana Clouthier, en un evento de prensa a mediados de enero.
El CNA aplaudió la aprobación de la reforma, augurando mejores oportunidades para los jóvenes en comunidades rurales.
“[La reforma] permitirá generar oportunidades para la juventud que habita el medio rural y atender el relevo generacional en el campo”impliquen el uso de químicos, manejo de maquinaria, vehículos pesados y los que determine la autoridad competente”, indicó el órgano en un comunicado.
El sector agropecuario ha tomado relevancia como uno de los brazos productivos más fuertes del país. Fue uno de los pocos que se mantuvo a flote durante la crisis causada por el COVID-19, logrando cifras récord de exportaciones. Además, el campo se perfila como una fuente importante de empleo para jóvenes en comunidades rurales, en las oportunidades son escasas.
Sin embargo, los bajos niveles de desarrollo económico, aunados al fenómeno migratorio, han dificultado el relevo generacional en el agro mexicano.