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Aprende en Casa evidenció desigualdad económica y tecnológica en México: Coneval

El acceso diferenciado a medios tecnológicos afectó a los hogares en más desventaja, señaló el organismo.

La Estrategia Aprende en Casa, que comenzó en marzo de 2020 y continuó en 2021 para llevar las clases a millones de estudiantes en el país que no pudieron asistir de manera presencial por el cierre de escuelas, evidenció el problema de la enorme desigualdad económica y de acceso a la tecnología en México, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

El acceso diferenciado a los medios tecnológicos, como televisor, computadora, servicio de telefonía, energía eléctrica e internet, incluyen una limitante que enfrenta la estrategia para dar continuidad al servicio educativo, principalmente entre hogares que tienen desafortunadamente la mayor situación de desventaja, dijo José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del consejo.

Al presentar la Evaluación Inicial de la Estrategia Aprende en Casa 2021, precisó que de acuerdo con información emitida en este mismo año por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 37.6 por ciento de los hogares en México cuenta con un equipo de cómputo y 52 por ciento de las viviendas tiene conexión a Internet.

Sin embargo, en el ámbito rural solamente 12 por ciento de los hogares dispone de una computadora, lap top o tableta y únicamente 18.7 por ciento dispone de acceso a Internet.

Detalló que una encuesta en línea del Inegi, reveló que el reto más importante que enfrentan padres, madres o tutores durante la educación a distancia, fue contar con una conexión a Internet, lo cual implicó poco más de 80 por ciento de las observaciones emitidas en este sondeo.

“La preocupación y actividades que tuvieron que realizar los padres de familia para resolver los problemas de conectividad están claramente relacionados con los factores económicos de los hogares”, subrayó.

En el ciclo 2019-2020, 17.5 por ciento de las primarias rurales contaban con computadora y solamente 21.4 por ciento con Internet inalámbrico, porcentaje que se reduce en las primarias de educación indígena donde solo 5.1 por ciento cuenta con servicio de Internet.

El estudio recomendó buscar estrategias a fin de otorgar subsidios parciales o totales para garantizar el acceso a internet tanto a los niños y adolescentes, como a los docentes.

“Construir alianzas con operadores de telefonía móvil para proporcionar condiciones de tarifa cero para la comunidad educativa priorizando a aquellas personas con mayores limitaciones de conectividad. Esto, en la medida en que continúe la educación a distancia y en modalidad mixta”, abundó.

También sugirió habilitar el acceso web a portales educativos y la descarga de contenidos para su uso sin conexión a internet y facilitar el acceso a plataformas educativas desde los teléfonos celulares a través de aplicaciones que reduzcan la necesidad de conectividad.

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